Los usamos para todo: estar informados, comunicarnos, hacer tareas laborales o de estudio e incluso se ha convertido en un medio para solicitar a domicilio alimentos, medicamentos y otras necesidades básicas debido al confinamiento. Sin embargo, este uso constante y prolongado de dispositivos electrónicos daña significativamente la piel.
Desde oscurecimiento de un área de la dermis, melasma o manchas conocidas como paño, pérdida de elasticidad, envejecimiento prematuro son algunos problemas que aparecen en el rostro debido a las horas y horas que pasamos frente a una pantalla, llámese smartphones, tablet o computadora.
¿La causa? La luz azul emitida por los diferentes aparatos. De acuerdo con estudios científicos, la sobreexposición a estas radiaciones es tan nociva como los rayos UVA y UVB juntos, ya que penetran profundamente en la piel y dañan todas las capas que la conforman, acelerando con ello la generación de radicales libres, provocando envejecimiento prematuro y otros padecimientos.
“Algunas fuentes de luz no solares como lámparas, pantallas de computadoras o teléfonos móviles pueden ocasionar alteraciones dañinas en la piel como hiperpigmentación, melasma, pérdida de elasticidad debido a la disminución de la producción de colágeno, elastina y ácido hialurónico, lo cual provoca un envejecimiento prematuro”, mencionó la Dra. Rossana Janina Llergo Valdez, presidenta de la Federación Mexicana para la Dermatología (FMD).
El daño que puede provocar esta luz artificial dependerá de la cercanía y la exposición que tengamos. En la actualidad, es casi imposible desconectarse de los dispositivos electrónicos y por ello la Dra. Janina Llergo nos dice qué hacer para cuidar la piel.
1. Utiliza protector solar con un amplio espectro de protección que contenga un FPS mayor de 30, y debe ser aplicado en el rostro y cuerpo cada cuatro horas.
2. Mantener una distancia adecuada respecto de las pantallas, tomar descansos regulares durante el uso de los aparatos. De preferencia, utilizar filtros especiales que se pueden colocar en estos artículos para reducir los efectos perjudiciales de la luz artificial.
3. Evita el uso del smartphone, tablet o computadora durante la noche.
4. Emplea dermocosméticos que en su formulación contengan antioxidantes, hidratantes y reparadores del daño solar.
5. Aplicar por la noche cremas con retinoides e hidroxiácidos que ayudan a reparar parte del daño que se ha generado a consecuencia del estrés oxidativo diario.
6. Una alimentación balanceada apoyada por el consumo de suplementos alimenticios a base de antioxidantes.
7. Existe diversos tratamientos para combatir el daño que se genera en la piel por la exposición a luces artificiales: la quimioexfoliación, conocida como peeling, ayuda a tratar el fotoenvejecimiento; manchas y las líneas de expresión se disminuyen. La Luz Pulsada Intensa y el láser CO2 Fraccionado son otros métodos que se realizan con éxito.
8. Consulta con un dermatólogo para tener un diagnóstico y tratamiento que mejoren la función de barrera de la piel y reducir el envejecimiento prematuro.