Desde hace más de 4,000 años la cebada se ha cultivado en África y zonas altas de Asia y América Latina, ocupando actualmente un cuarto lugar entre los principales granos producidos a nivel mundial.
Pertenece a la familia de las gramíneas y se puede encontrar en forma mondada, perlada, como salvado de cebada, harina, gránulos de cebada y como malta.
En nuestro país destacan Guanajuato e Hidalgo como los mayores productores, y con otras 14 entidades aportan 859,000 toneladas.
Su uso se ha enfocado como alimento de ganado, fabricación de malta, y más comercialmente para la fabricación de bebidas como la cerveza, el whisky y la ginebra, pero también se puede utilizar para preparar vinagre, pan, sopas y papillas.
En caso de que te cuestiones sobre sus nutrientes y beneficios que aporta para nuestra salud, la cebada tiene una alta concentración de carbohidratos, mismos que brindan energía por varias horas.
También puedes obtener proteína de buena calidad si lo complementas con leguminosas. Su aporte sería equiparable a la de la carne.
Es rica también en fósforo y potasio, minerales necesarios para el buen mantenimiento de nuestra salud ósea y cardiovascular.
Aportará grasas saludables y fibra llamada β-glucan, la cual se ha asociado múltiples beneficios a la salud, principalmente reducir el riesgo de enfermedades del corazón al disminuir los niveles del colesterol malo.
Como forma parte de la tradición culinaria en muchas culturas, no es complicado incorporarla en la dieta diaria.
Por una parte podrás sustituir el arroz por granos de cebada integral o perlada, pero es importante recordar que como regla general la perlada no requiere remojo y se cuece en aproximadamente 30 a 40 minutos.
En su presentación de harina se puede usar como sustituto de otras, y así preparar una infinita gama de panes planos.
A continuación te dejamos algunas recetas para que las pongas en práctica y comiences a aprovechar este grano.
Risotto
Ceviche
Sopa
Estofado