A medida que los casos de covid-19 continúan aumentando en México y nuestro continente, los especialistas están presionando cada vez más para que se tomen las medidas pertinentes que puedan ayudar a frenar la propagación del virus. Y es que, si al menos la mitad de la población siguiera estos 3 simples pasos, la pandemia actual sería diferente.
Si bien una vacuna puede ser crucial para detener completamente el virus, un nuevo estudio descubrió que los pasos simples pueden ayudar drásticamente a reducir la propagación del SARS-CoV-2.
Este nuevo estudio, publicado en la revista "PLOS Medicine" determinó que sólo se necesitan 3 pasos para detener o retrasar los brotes de covid-19, a pesar de la falta de una vacuna.
¿Cuáles son? Los 3 pasos son simples: lavarse las manos, distanciarse físicamente y usar una mascarilla.
Cómo detener el covid-19
Los autores del estudio encontraron que incluso sin una vacuna, si suficientes personas toman medidas para salvaguardar su salud y disminuir el riesgo de transmisión, estos pasos pueden ayudar drásticamente a reducir la propagación de la enfermedad.
El estudio señaló que las medidas deben ser adoptadas por más del 50% de la población para ayudar a prevenir una epidemia más grande.
"Si una población se da cuenta rápidamente del coronavirus y de las medidas de prevención efectivas, las medidas de prevención autoimpuestas pueden disminuir y posponer el número máximo de casos", dijeron los autores.
Los investigadores del estudio desarrollaron un modelo computacional de la propagación de covid-19 basado en información conocida sobre la epidemiología de la enfermedad. El modelo se utilizó para estudiar el efecto previsto de las medidas de prevención.
"La combinación de medidas de prevención autoimpuestas, particularmente si se adoptan rápidamente y por una gran parte de la población, con el distanciamiento social impuesto por el gobierno, tiene el potencial de retrasar y reducir el pico de la epidemia", escribieron los autores del estudio.
Se ha demostrado que estas medidas de prevención autoimpuestas, que incluyen el lavado frecuente de manos, el uso de cubrebocas y el distanciamiento físico, son efectivas por sí mismas, pero cuando se combinan, son la triple amenaza final contra el coronavirus.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, el distanciamiento físico (también conocido como distanciamiento social) puede proporcionar un momento crucial para aumentar la capacidad de atención médica.
Los CDC utilizaron un modelo matemático para investigar la efectividad del distanciamiento físico. Los resultados mostraron que las intervenciones de distanciamiento que comenzaron antes en la epidemia, de hecho, aplanan la curva epidémica.
Estos centros también confirman que lavarse las manos puede mantener a las personas sanas y prevenir la propagación de infecciones respiratorias. Los gérmenes se mueven entre personas o superficies cuando te tocas la cara con las manos sin lavar, tocas superficies contaminadas o te suenas la nariz, toses o estornudas y luego haces contacto con otras personas u objetos.
Del mismo modo, Mayo Clinic confirma que los cubrebocas ayudan a retrasar la propagación del coronavirus. El virus se transmite a través de gotitas respiratorias que se producen cuando una persona tose, estornuda o habla. Las mascarillas, ya sean quirúrgicas o de tela, atrapan las gotas y ayudan a detener la propagación de la transmisión.
Un estudio anterior de abril del 2020 demostró que el uso universal de cubrebocas está emergiendo como una de las intervenciones no farmacéuticas clave para contener o ralentizar la propagación del virus.
El estudio mostró que el uso de mascarillas tiene un impacto significativo en la disminución de la propagación, y es más efectivo cuando se adopta lo más temprano posible.
Lecciones de otros países que han derrotado al coronavirus
Países como Nueva Zelanda, por ejemplo, que implementaron medidas de autoaislamiento casi de inmediato, han logrado aplastar la curva, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Tres días después de que la OMS declaró una emergencia de salud pública, Nueva Zelanda comenzó a implementar medidas de prevención.
Por el contrario, Estados Unidos recientemente superó una muerte cada minuto por coronavirus, lo que se produce a raíz de la continuación de la reapertura de los estados más densamente poblados del país y el rechazo de grandes porciones de la población a usar mascarillas.
El mayor riesgo de transmisión del SARS-CoV-2 es con el contacto cercano prolongado, particularmente en interiores. Esto sucede porque las personas que aún no tienen síntomas pueden transmitir el virus a otros.
Estas medidas pueden ser difíciles de adoptar, pero hay que recordar que si no lo hacemos ahora... los altos índices de contagios no bajarán. Y si por el momento hemos estado sanos, es posible que pronto empecemos a sentirnos mal, ¡cuidado!