Al comienzo del brote de este nuevo coronavirus, los datos hospitalarios de China revelaron una disparidad sorprendente: el Covid-19, la enfermedad causada por el virus, estaba matando a muchos más hombres que mujeres.
Esa diferencia persistió en otros países asiáticos, como Corea del Sur, así como en países europeos, como Italia. Luego, apareció en los Estados Unidos y México. Fue, de hecho, uno de los muchos aspectos alarmantes del nuevo virus y desconcertó a quienes no estaban familiarizados con el papel del género en la enfermedad.
Sin embargo, lo curioso es que el grupo especializado de investigadores que estudia esa relación no se sorprendió casi en lo absoluto y preparó una serie de hipótesis. Un posible culpable fue el comportamiento masculino. Quizás los hombres tenían más probabilidades de estar expuestos al virus debido a factores sociales; una fuerza laboral desproporcionadamente masculina, por ejemplo, podría poner a más hombres en contacto con personas infectadas. O los pulmones de los hombres podrían ser más vulnerables porque eran más propensos a fumar en los primeros países en informar las diferencias.
Lo que se ha vuelto más evidente, a más de un año después de este brote, es que los hombres muestran respuestas inmunes comparativamente más débiles a las infecciones por coronavirus. ¿Y por qué? Esto es lo que dice la ciencia.
La respuesta inmune masculina
Las mujeres generalmente tienen un sistema inmunológico más fuerte, gracias a las hormonas sexuales, así como a los cromosomas llenos de genes relacionados con el sistema inmunológico. Aproximadamente 60 genes en el cromosoma X están involucrados en la función inmunológica, por ende, las personas con dos cromosomas X pueden beneficiarse de la doble ayuda de algunos de esos genes.
En la Universidad de Yale, se realizó un estudio sobre las defensas inmunes ante los virus para probar las diferencias de género contra una infección de coronavirus. El equipo descubrió que el poder del sistema inmunológico disminuye a medida que las personas envejecen, independientemente del sexo. Pero lo interesante es que hay un declive suave en mujeres, y una caída abrupta para los hombres. Para que te des una idea: la respuesta de las células T de los hombres de 30 y 40 años es equivalente a la de una mujer de 90.
Autoanticuerpos nocivos
No solo el sistema inmunológico de los hombres es más débil, sino que, en algunos casos graves del coronavirus, puede tambalearse. Un estudio de casi mil pacientes con covid-19 potencialmente mortal, publicado en "Science" en septiembre, encontró evidencia de auto sabotaje molecular. Los luchadores del sistema inmunológico actuaban contra las defensas del cuerpo, como guardias rebeldes del castillo que astillaban sus propias puertas. Este defecto era mucho más frecuente en hombres que en mujeres; o en números, 95 de 101 personas con autoanticuerpos nocivos eran hombres.
Lo inusual de este descubrimiento es que la mayoría de los trastornos inmunitarios de autoanticuerpos aparecen en mujeres, como es el caso de la enfermedad crónica lupus.
Conductas masculinas nocivas
Más allá de estas diferencias biológicas, sería más simple pensar que la conducta y las normas sociales masculinas también han influido en la pandemia. Y sí.
En términos generales, es menos probable que los hombres se preocupen por el covid-19 que las mujeres, lo que se ajusta al patrón de que las mujeres generalmente tratan los riesgos para la salud con más seriedad. Las mujeres adoptaron un enfoque más cauteloso ante la enfermedad, según una encuesta reciente, expresando más preocupación por poder regresar a los lugares de trabajo de manera segura. Las mujeres también son más propensas a seguir los consejos de los expertos, como el uso de mascarilla y el distanciamiento social, según otro estudio que incluyó encuestas y observaciones del comportamiento de los peatones en Nueva York, Connecticut y Nueva Jersey.
Es un hecho que los hombres le prestan menos atención a su salud, fuman más, comen peor y, según otras teorías, las generaciones más viejas también suelen tener un estilo de vida menos saludables. Y lo que es peor, los hombres esperan más generalmente para ir al doctor.
Además, hay inequidades de género que también afectan a los hombres, pues ellos tienen mayores probabilidades trabajar en ambientes contaminados y nocivos.
Es importante recalcar que incluso en la salud, hay diferencias de género, y no sólo por covid-19, pues lo mismo sucede en el cáncer, asma, enfermedades cardíacas y más, según The Lancet.
Con información del Centro Nacional para la Información Biotecnológica de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.