El origen del COVID-19 ha sido uno de los misterios más debatidos de los últimos años. Sin embargo, un nuevo estudio publicado recientemente parece haber arrojado luz definitiva sobre este enigma.
Científicos de varios países, coordinados por el Centro Nacional de Investigación Científica de Francia (CNRS) y la Universidad de Arizona, han confirmado que el coronavirus SARS-CoV-2, responsable de la pandemia, probablemente surgió en el mercado de Huanan, en China.
Investigación sobre el origen del COVID-19
Se trata de un trabajo colaborativo en el que participaron equipos de investigación de distintas partes del mundo.
Los resultados de este ambicioso proyecto se publicaron en la prestigiosa revista Cell, retomado por Milenio, confirmando que los animales salvajes vendidos en el mercado de Huanan fueron el origen más probable del brote del virus que paralizó al mundo.
Los datos se basan en más de 800 muestras recogidas en el mercado mayorista de mariscos de Huanan y sus alrededores, y en conjuntos genéticos virales reportados por los primeros pacientes de COVID-19.
El análisis de estas muestras es uno de los más completos que se ha hecho hasta la fecha, y representa uno de los conjuntos de datos más importantes sobre el origen de la pandemia.
¿Qué animal causó el COVID-19?
Uno de los puntos más importantes de este estudio es la identificación de las especies animales presentes en el mercado que podrían haber servido como hospedadores intermediarios para el virus.
Entre los animales identificados se encuentran los perros mapache y los gatos civeta, especies que ya habían sido vinculadas a la transmisión de otros coronavirus en el pasado.
Se encontró material genético del SARS-CoV-2 en muestras tomadas de los mismos puestos donde se vendían estos animales, lo que sugiere que pudieron haber sido el inicio de la transmisión del virus a los humanos.
Aunque no se hallaron pruebas directas de que estos animales estuvieran infectados, los científicos consideran que su presencia en el mercado coincide con el tiempo y lugar del brote inicial.
Este hallazgo refuerza la teoría de que la pandemia se originó a partir de un evento zoonótico, es decir, una transmisión de virus de animales a humanos.
El estudio también destaca un preocupante patrón de comportamiento que, según los científicos, representa un alto riesgo para la salud pública mundial, que es la venta y consumo de animales salvajes en mercados urbanos.
Esto no solo facilita la aparición de nuevos virus, sino que también contribuye a su rápida propagación, ya que las ciudades densamente pobladas actúan como un caldo de cultivo perfecto para la transmisión.