Si te gusta fumar, nunca ha habido un mejor momento para dejar de hacerlo, que la pandemia de coronavirus. El covid-19 causa síntomas similares a los de la gripe, como fiebre y dificultad para respirar, pero lo que es aún más importante (o peligroso), es que causa inflamación y daño en los pulmones a largo plazo.
La Organización Mundial de la Salud recomienda que las personas dejen de fumar, ya que las hace más vulnerables a la infección por covid-19, pero ¿cuál es el verdadero riesgo? ¿Cuáles son las probabilidades de que los jóvenes y adultos que fuman, tengan 9 veces más riesgo de enfermarse?
Fumar y el riesgo de covid-19
Los primeros datos de China sugieren que los antecedentes de tabaquismo son un factor de riesgo de sufrir complicaciones en pacientes con covid-19. Y según el Instituto Australiano de Salud y Bienestar, el tabaquismo es uno de los principales factores de riesgo de enfermedades crónicas y muerte.
Peor aún, los fumadores son más susceptibles a desarrollar enfermedades cardíacas, que hasta ahora parecen ser el factor de riesgo más alto en muertes por coronavirus. El Centro de Medicina Basada en Evidencia de la Universidad de Oxford informa que fumar parece ser un factor asociado con una mala supervivencia en Italia, donde el 24% de las personas fuman.
Sabemos que las personas inmunosuprimidas tienen un mayor riesgo si contraen covid-19 y el humo del cigarrillo es un inmunosupresor.
Además, la acción de tocar el cigarro y llevarlo hacia la boca hace que los fumadores sean más vulnerables al virus ya que se tocan el rostro con más frecuencia. Un nuevo estudio hecho por el Departamento de Medicina de la Universidad de California reveló que, debido a esto, los jóvenes que fuman y vapean tienen hasta 9 veces más riesgo de infección por coronavirus.
¿No fumar durante la pandemia ayuda?
Los beneficios de dejar de fumar son casi inmediatos. Dentro de las 24 horas posteriores a dejar el cigarro, el cuerpo comienza a recuperarse y repararse. La función pulmonar mejora y los síntomas respiratorios se vuelven menos graves.
Es posible que no notes los cambios de inmediato, pero se harán evidentes meses después de dejar de fumar. Y las mejoras se mantienen con la abstinencia a largo plazo.
Los vellos diminutos en los pulmones y las vías respiratorias (llamados cilios) mejoran para eliminar la mucosidad y los desechos. Además, comenzarás a notar una respiración más sencilla.
Los síntomas de la bronquitis crónica, como tos, producción de moco y sibilancias, disminuyen rápidamente. Entre las personas con asma, la función pulmonar mejora a los pocos meses de dejar de fumar y los tratamientos son más efectivos.
Las infecciones respiratorias como la bronquitis y la neumonía también disminuyen al dejar de fumar.
El punto, al final del día, es dejar el cigarro, no sólo por el coronavirus, sino también por tu salud a largo plazo.
Y tú, ¿fumas?