Mucho se ha hablado sobre las secuelas que quedan tras haber dado positivo a Covid-19, como la disnea, el último síntoma que preocupa a los médicos, sin embargo poco se ha hablado sobre las alteraciones al periodo menstrual que se presentan al recuperarse de la infección. ¿Es eso posible?
Desde el inicio de la pandemia mujeres de todo el mundo reportaron cambios en el sangrado tras contagiarse, sin embargo poco énfasis se ha hecho a esto, incluso cuando la vacunación registró modificaciones en el calendario menstrual, así como el flujo, hubo poco interés en el tema.
Afortunadamente ginecólogas, investigadoras y demás especialistas en el tema atendieron la inquietud de las miles de mujeres y buscaron respuestas. Tras diversos estudios las conclusiones fueron bastante obvias, pero necesarias para tener la total certeza: Los contagios de Covid-19 sí alteran el periodo menstrual de la misma forma que lo hacen las vacunas.
Un estudio realizado por las doctoras Cristina Carrasco y Ana B. Rodríguez, del Grupo de Neuroinmunofisiología y Crononutrición de la Universidad de Extremadura, en España, en colaboración con la ginecóloga y obstetra Miriam Al Adib Mendiri buscó determinar cuál era el impacto de la infección en las mujeres.
"Los resultados preliminares demuestran que casi la mitad de las mujeres han sufrido alteraciones en su patrón de sangrado menstrual como consecuencia de la pandemia de la COVID-19", señala Mendiri.
Mediante una encuesta online aplicada de manera voluntaria a 17 mil 515 mujeres mayores de edad, se encontró que entre el 45 y 50 por ciento había alteraciones en la duración del sangrado, el patrón de este, aparición de sangrado eventual y sintomatología premenstrual.
Hasta ahora las investigadoras no están seguras de por qué o cómo es que el virus cambia el ciclo menstrual, incluso tampoco se sabe con certeza cuánto tiempo dura esta alteración y podría revertirse. Aunque todo parece indicar que eventualmente esta consecuencia de la infección podría quedar atrás.
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Sin embargo la infección y la vacuna no son las únicas responsables de los cambios en el sangrado, esto también puede suceder debido al estrés que representa el miedo a contagiarse y a la pandemia en general.
Por ello, las especialistas en el tema recomiendan el uso de un calendario menstrual para registrar los cambios que pudieran presentarse y tener certeza de cuál es la normalidad del período. En caso de que las alteraciones continúen más de tres meses se recomienda acudir al ginecólogo para una revisión.