Las fiestas, la temporada invernal y el estado de ánimo nos pueden jugar en contra al momento de cuidar la salud.
Existen muchas señales de que puedes estar consumiendo azúcar de manera excesiva y a continuación te compartimos algunas que te pueden servir como guía para evitar una complicación mayor, como la diabetes, hígado graso o inflamación cerebral, entre otras.
1. Obesidad y sobrepeso
Una prueba de un consumo elevado de azúcar y de que el cuerpo no la quema y se transforma en grasa de depósito es el sobrepeso y la obesidad. Generalmente esta grasa se acumula en caderas, muslos y abdomen, predominantemente.
2. Sed y ganas de orinar más frecuente
Otra de las señales de un alto consumo de azúcar es que puedes comenzar a tener mucha sed y a orinar con mayor frecuencia. Si en la orina observas espuma blanca, esta es una clara evidencia de que se trata de exceso de azúcar, la cual no se está metabolizando y se desecha por la orina, aunado a una sensación de cansancio a lo largo del día. Lo más preocupante es que si se prolonga la ingesta de azúcar, puedes tener fallos en la memoria y la concentración, así como inflamación del cuerpo y, en casos severos, del cerebro.
3. Cansancio crónico
Te puede aparecer hígado graso por la cantidad de azúcar ingerida y generalmente no da síntomas hasta que el padecimiento está muy avanzado. Pueden darse digestiones más pesadas. Mucho azúcar genera picos de secreción elevada de insulina y este exceso de insulina metaboliza el azúcar en exceso y puede aparecer hipoglucemias con cansancio, visión borrosa, sudoración y temblores.
4. Placer vs Saciedad
El azúcar tiene cierto componente adictivo por la liberación de dopamina en el cerebro, que activa los circuitos de recompensa y en un principio da una sensación de placer, pero lo peligroso es que no aparece la sensación de saciedad, por lo que se consume más azúcar de lo necesario. Un elevado consumo de azúcar puede desencadenar en una diabetes, además de que tu piel sufre las consecuencias, ya que en el caso de las heridas empiezan a no cicatrizar bien. El azúcar también tiene un efecto tóxico para el corazón y puede inflamarlo, generando en el futuro dolencias cardíacas.
5. Afecta tu piel
El alto contenido de azúcar en la sangre favorece que aparezca la piel opaca, sin brillo, presencia de acné, piel seca o con dermatitis. Además, puede generar cambios repentinos de humor. Es posible que inicies el día con alegría, pero después pueden llegar los bajones anímicos.
6. Ansiedad
En medio de la pandemia, la aparición del estrés y ansiedad tiene un efecto muy presente en el cuerpo, ya que se libera menos dopamina y serotonina, de forma que produce sensación de abatimiento. Por este motivo, el cuerpo pide azúcar para estimular la liberación de dopamina, lo cual provoca una sensación de estar de mejor de ánimo, pero este efecto no es duradero, por lo que posteriormente se vuelve a sentir ansiedad. En los últimos años también se ha relacionado al azúcar con más riesgo de desarrollar ansiedad y depresión por la inflamación cerebral.
Es importante controlar los sentimientos y lo que el cuerpo manda de información. Se ha comprobado que ayuda realizar actividades relajantes como pasear, hablar con personas queridas, leer, practicar yoga o hacer algún deporte.
En el mercado existen numerosos productos con edulcorantes que producen el efecto de calmar la necesidad del consumo de azúcar y tienen efecto saciante, también los encurtidos, el aguacate, proteínas como yogurt, leche, huevo cocido, queso, pollo, atún, sin olvidar consumir líquidos como agua, té o café. Prefiere los azúcares naturales de la fruta, carbohidratos con fibra como el pan artesanal integral o de centeno, espelta o trigo sarraceno, arroz, papa, quinoa y legumbres, descartando el azúcar refinada.
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