El ejercicio es una de esas cosas que sabes que debes hacer, pero que a menudo lo dejas en un segundo plano a pesar de conocer los peligros que esto conlleva: enfermedades cardíacas, derrames cerebrales, diabetes, presión arterial alta, sobrepeso, obesidad y ciertos tipos de cáncer.
Así que para evitar estos padecimientos, deberás dejar a un lado las excusas de: "no tengo tiempo", "me quedé hasta muy tarde en el trabajo", "el clima es muy malo", "estoy cansada", etc. y mejor, comienza a incorporar una rutina de entrenamiento para tener una vida sana.
Kim Lowry, dietista deportiva del Hospital Houston Methodist, nos explicó ¿por qué nos cuesta tanto ir al gym, salir a correr, a caminar, hacer algún tipo de rutina o asistir a la clase de baile?, pues aseguró que esta flojera de entrenar se debe a ciertos comportamientos.
"Todos queremos que el tiempo y el esfuerzo que invertimos en un entrenamiento valga la pena, por ello debemos revisar nuestros hábitos y comportamientos para poder tener una sesión que tenga buenos resultados", dijo.
Los principales comportamientos que suelen afectar tu rendimiento a la hora de hacer ejercicio, según Kim Lowry son: lo que comes, cómo te recuperas, cuánto duermes. Con eso en mente, mencionó que hay tres errores que puedes estar cometiendo y que hacen sentirte con poca energía.
1. No estás comiendo los alimentos adecuados en el momento indicado
2. Cuando normalmente hablamos de dieta y ejercicio, a menudo pensamos en las calorías que ingresan y las calorías que salen.
3. Pero, además del mantenimiento (o pérdida) de peso, lo que comes juega un papel importante en tu rendimiento durante el ejercicio.
"Tu cuerpo y tu cerebro necesitan energía durante un entrenamiento. Si estás bien alimentado, hay energía disponible en tu torrente sanguíneo. Si no estás bien alimentado, tu cuerpo necesitará aprovechar sus reservas de energía, lo que lleva tiempo", comentó.
¿Cómo puedes comenzar una rutina con energía?
Kim Lowry aseguró que eso se reduce a cuándo y qué comes "uno de los errores más fáciles de cometer es equivocarte en el horario de las comidas y comenzar el entrenamiento en ayudas, lo que dificulta tanto física como mentalmente".
En este sentido, aconsejó que lo ideal es tener una comida balanceada alrededor de tres a cuatro horas antes de hacer ejercicio. Esta alimentación equilibrada y nutritiva debe incluir:
- Carbohidratos complejos, como avena, quinoa o papas
- Verduras coloridas, como pimientos, zanahorias o tomates
- Además, proteína magra, como pollo, yogurt natural o huevos
"Si vas a hacer ejercicio de alta intensidad durante más de 30 minutos, también recomiendo completar tus reservas de energía aproximadamente una hora antes de tu entrenamiento comiendo algunos carbohidratos simples, como una pieza de fruta o granola", concluyó Kim Lowry.