Son casi imposibles de tapar, difíciles de prevenir y pueden hacerte parecer cansada y hasta de más edad... y es que las ojeras es uno de los problemas cutáneos al que nos enfrentamos, así como la aparición de bolsas en los ojos.
Su aparición está relacionado a una serie de factores, como el cansancio, estrés, malos hábitos alimenticios, la falta de sueño, envejecimiento de la piel, los cambios drásticos de peso, la genética, enfermedades o alergias.
Y aunque sabemos que son difícil de eliminar por completo, el mundo de la cosmética nos ha regalado métodos que resultan ser eficaces para disminuir estos surcos hundidos o hinchados, y de pigmento oscuro o morado. Tal es el caso de la carboxiterapia en ojeras, que se ha vuelto tendencia en mejorar la piel alrededor de los ojos.
¿En qué consiste el tratamiento?
La carboxiterapia se originó en Francia, a principios de los años 30 del siglo XX; de la mano de un grupo de científicos del Instituto Médico de Investigación Cardiovascular de Royet. Desde entonces, se han realizado numerosos estudios por diversas instituciones (Universidad Northwestern de Illinois, Estados Unidos) que avalan los beneficios de esta terapia en la salud.
E incluso, ha sido aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA), para mejorar la apariencia de esta zona.
Este procedimiento no quirúrgico consiste en aplicar dióxido de carbono (CO2) en forma de inyecciones en el área de las ojeras, con el fin de reducir la inflamación, mejorar la circulación del color oscuro a tonalidades más claras en el surco lagrimal. La recuperación es rápida y los resultados los notas en poco tiempo.
Además este método reduce las bolsas de los ojos, ya que disuelve pequeñas porciones de grasa acumulada en los párpados.
¿Cómo se aplica?
Los especialistas en el ramo introducen CO2 dentro de la piel que forma las ojeras y bolsas a través de inyecciones. De esta manera, el gas se extiende por toda el área y empieza a trabajar a baja presión, mejorando la circulación sanguínea de la zona. Al mismo tiempo que, estimula a las células de la piel para la creación de más colágeno.
Se recomiendan entre 3 y 5 sesiones para ver resultados claros en el rostro. Es un tratamiento que no causa dolor, ya que se utiliza anestesia tópica local antes de su aplicación.
La carboxiterapia es considerada una técnica eficaz y segura, por lo que sus efectos secundarios son mínimos, si acaso puedes tener una ligera inflamación justo debajo del ojo, o un pequeño edema que tarda 24 horas en desaparecer.
Cabe destacar que este procedimiento no está recomendada en pacientes con problemas cardíacos, con reacciones alérgicas en la piel, embarazadas e hipertensos.