El cáncer de mama es una de las principales preocupaciones de salud entre las mujeres, y detectar su riesgo a tiempo puede marcar una gran diferencia, pero ¿qué es una evaluación y cuándo se debe hacer? a continuación te revelamos todo lo que debes saber al respecto.
Si tienes sospechas de que podrías padecer esta enfermedad o incluso, si tienes antecedentes o alguno de tus familiares lo ha padecido, debes estar pendiente de lo que sucede con tu cuerpo, por lo que debes conocer cada detalle sobre este tema.
¿Qué es la evaluación de cáncer de mama?
La evaluación de riesgo de cáncer de mama se refiere a un conjunto de pruebas y consultas que buscan determinar las probabilidades que tiene una persona de desarrollar esta enfermedad.
La evaluación puede incluir análisis genéticos, estudios de imagen como la mastografía, y una revisión del historial médico y familiar. Identificar el riesgo antes de que se desarrolle la enfermedad es clave para una detección temprana y un tratamiento efectivo.
Edad para hacer la evaluación de cáncer de mama
El momento adecuado para empezar a realizar evaluaciones de riesgo varía según cada mujer, pero en general, se recomienda que las mujeres sin antecedentes familiares comiencen a realizarse una mastografía a los 40 años, según los expertos.
Sin embargo, para aquellas con antecedentes familiares de cáncer de mama o factores de riesgo conocidos, como mutaciones en los genes BRCA1 o BRCA2, los especialistas sugieren iniciar la evaluación a los 30 años o incluso antes, dependiendo del caso.
Es importante destacar que la evaluación no solo implica la mastografía, y es que en algunos casos, se recomienda una resonancia magnética o pruebas genéticas, especialmente si hay historial familiar fuerte o si la paciente presenta otros factores de riesgo.
Edad de mayor riesgo de cáncer de mama
La aparición del cáncer de mama aumenta con la edad y es que según estadísticas, el riesgo de desarrollar esta enfermedad es más alto a partir de los 50 años.
La mayor cantidad de diagnósticos se produce entre los 55 y 65 años, aunque en mujeres más jóvenes también puede presentarse, especialmente si tienen factores de riesgo genéticos o un historial familiar importante.
El riesgo también aumenta si la mujer ha tenido una exposición prolongada a hormonas, ya sea por el uso de anticonceptivos hormonales o terapias de reemplazo hormonal en la menopausia.
¿Cuánto cuesta en México una evaluación de cáncer de mama?
El costo de una evaluación de riesgo de cáncer de mama en México puede variar dependiendo del lugar y el tipo de prueba realizada.
Una mastografía básica en un laboratorio privado puede costar entre 800 y 1,500 pesos mexicanos; aunque si se requiere una resonancia magnética, el precio puede ascender a 5,000 o 10,000 pesos.
En cuanto a las pruebas genéticas, estas son significativamente más costosas, con precios que oscilan entre 15,000 y 40,000 pesos, dependiendo de la dificultad del análisis; aunque lo más recomendable es siempre acudir previamente con un médico especialista que pueda determinar el estudio que se requiere.
¿Cómo detectar el cáncer de mama antes de acudir con un especialista?
La autoexploración mamaria es uno de los primeros pasos que se pueden tomar para detectar anomalías en los senos.
Se recomienda realizarla una vez al mes, preferiblemente una semana después del ciclo menstrual, cuando las mamas están menos sensibles.
Durante la autoexploración, se deben buscar bultos, cambios en la forma o tamaño de las mamas, retracción del pezón, secreción anormal o enrojecimiento.
Si se detecta cualquier cambio, es importante acudir con un especialista lo antes posible.
¿Cuánto tiempo se vive con cáncer de mama?
La esperanza de vida tras un diagnóstico de cáncer de mama ha mejorado en los últimos años, gracias a los avances en los tratamientos y la detección temprana.
En los casos en los que el cáncer se detecta en una etapa temprana (etapas 0 o 1), la tasa de supervivencia a cinco años puede ser superior al 90%.
Incluso en etapas más avanzadas, los tratamientos actuales permiten prolongar la vida y mantener una buena calidad de vida.