Al vivir en una sociedad donde los estándares de belleza y el culto a la imagen perfecta están muy reforzados, es muy común que exista una práctica que consiste en humillar a alguien por su físico.
De esto se trata el término body shaming que puede llegar a afectar tanto a mujeres como a hombres pero que, al estar profundamente inmersos en un mundo heteropatriarcal, las féminas lo llegan a sufrir más.
Muchas veces la imagen que se presenta en redes sociales de los cuerpos femeninos no corresponde a la realidad, pues es bien sabido que ya han pasado por herramientas para ajustar la apariencia, generando así una distorsión.
Esto genera una serie de trastornos mentales principalmente relacionados con los problemas alimenticios como la anorexia y la bulimia, además de problemas con la autoestima, misma que puedes cultivar con estos consejos.
Afortunadamente en los últimos años ha aumentado el número de celebridades que han alzado la voz para terminar con esta práctica, tal como lo hizo la cantante Billie Eilish.
“No quiero que todo el mundo lo sepa todo sobre mí, por eso uso ropa ancha. Nadie puede opinar, porque nadie sabe lo que hay debajo”, comentó en su momento.
Deseó crear un mayor impacto creando un short film llamado Not my responsibility donde añade una emotiva narración en respuesta a las críticas que había recibido.
Este es un claro ejemplo del movimiento body positive que surgió para erradicar el body shaming, y que suma bastante junto con los siguientes consejos que propone el blog de terapia Siquia.
Recuerda que el cuerpo perfecto no existe
Imponerte el canon irreal de las revistas asiduas al photoshop o imponérselo a otros solo generará frustración.
Cuídate
Seguir una buena alimentación y una rutina de ejercicio te generará bienestar mental y físico. No te obsesiones con ello, porque la meta no es la perfección, sino sentirte bien en tu día a día.
Recuerda que todo el mundo tiene defectos y virtudes
Quizás haya aspectos de tu físico o del de los demás que no te gusten, pero debes tener en cuenta que el valor de una persona no se mide en función de su belleza. Si tienes el impulso de hacer un comentario sobre el físico de alguien puedes aplicar la regla de los cinco segundos: ¿Aquello que vas a señalar se puede arreglar en cinco segundos? Si la respuesta es sí, adelante, si no, será mejor que no lo digas, puesto que no harás más que ahondar los complejos del resto.
Pon freno a los comentarios negativos
El primer paso para frenar el body shaming es tomar conciencia de que nadie se lo merece, ni siquiera tú. No importa si a ti tampoco te gusta esa característica que alguien te ha señalado, no permitas que nadie haga comentarios hirientes sobre tu físico y así quizás puedas evitar que hagan lo mismo con otros.
Ten en cuenta que no eres solamente tu físico
Es normal que haya cosas de ti mismo que no te gusten y es normal que quieras cambiarla. Puedes intentar cambiar la mayoría de tus rasgos, desde tu peso hasta tu carácter, pero no desesperes si, después del esfuerzo, no lo logras. Tu valor no depende de ninguna característica aislada.