Se supone que el hogar es un oasis reconfortante, pero para las personas con alergia al polvo o a los ácaros, el hogar puede provocar síntomas incómodos. Curiosamente, es cuando se hace trabajo de limpieza cuando la situación empeora, pero ¿sabes a qué se debe?
La alergia a los ácaros del polvo es una de las afecciones más comunes que afecta a millones de personas en todo el mundo. Estos diminutos insectos, pertenecientes a la familia de las arañas, pueden ser los culpables de tus estornudos, secreción nasal y otros síntomas incómodos. Sigue leyendo y entérate de los detalles.
¿Qué son los ácaros del polvo?
Los ácaros del polvo son insectos microscópicos que viven en el polvo doméstico y se alimentan de las células muertas de la piel que las personas desprenden regularmente.
Pueden sobrevivir en casi cualquier clima y a distintas altitudes, pero prosperan en ambientes cálidos, especialmente aquellos con una temperatura de alrededor de 21 °C y una humedad relativa del 70%. Estos pequeños insectos son casi imposibles de ver a simple vista, pero sus efectos en tu salud pueden ser muy evidentes.
¿Cómo causan alergia los ácaros del polvo?
Cuando inhalas los productos de desecho de los ácaros del polvo, tu sistema inmunológico puede reaccionar de manera exagerada, produciendo anticuerpos contra estas sustancias normalmente inofensivas.
Esta respuesta inmune excesiva provoca síntomas como estornudos, secreción nasal y, en casos más graves, puede llevar a infecciones de los senos nasales y asma. La Asthma and Allergy Foundation of America (AAFA) estima que alrededor de 20 millones de personas en Estados Unidos sufren de alergia a los ácaros del polvo.
Síntomas de la alergia a los ácaros del polvo
Los síntomas pueden variar desde leves hasta graves e incluyen:
- Secreción o picazón en la nariz
- Goteo postnasal
- Picazón en la piel
- Congestión
- Presión sinusal (que puede causar dolor facial)
- Ojos rojos, llorosos o con picazón
- Garganta irritada
- Tos
- Piel hinchada y de color azulado debajo de los ojos
- Problemas para dormir
Si tienes asma, la exposición a los ácaros del polvo puede empeorar tus síntomas, provocando:
- Dolor u opresión en el pecho
- Dificultad para respirar
- Sibilancias
- Dificultad para hablar
- Ataques de asma severos
Diagnóstico de la alergia a los ácaros del polvo
Si sospechas que eres alérgico a los ácaros del polvo, es crucial que consultes a un alergólogo, un especialista en diagnosticar y tratar alergias. El método más común de diagnóstico es la prueba cutánea, donde se pincha la piel con un pequeño extracto del alérgeno y se observa la reacción.
Si tu piel muestra una reacción, como un bulto rojo y picazón, es probable que tengas esta alergia. En algunos casos, se puede utilizar un análisis de sangre para detectar anticuerpos, aunque puede no ser tan preciso como la prueba cutánea.
Prevención y control de los ácaros del polvo
Afortunadamente, hay varias medidas que puedes tomar para reducir la presencia de ácaros del polvo en tu hogar y minimizar los síntomas de alergia:
En la ropa de cama
- Utiliza cobertores a prueba de alérgenos: Coloca fundas con cremallera en tu colchón, somier y almohadas. Estas fundas tienen un tejido denso que impide la entrada de los ácaros del polvo.
- Lava la ropa de cama semanalmente: Usa agua caliente para lavar sábanas, fundas de almohada, mantas y cubrecamas. Sécalos en una secadora caliente o al sol durante el verano.
En el hogar
- Controla la humedad: Utiliza un aire acondicionado o un deshumidificador para mantener la humedad relativa entre el 30 y el 50 por ciento.
- Usa filtros HEPA: Compra un filtro de partículas de aire de alta eficiencia (HEPA) para atrapar los alérgenos.
- Mantén los juguetes de peluche limpios: Compra solo juguetes de peluche lavables y lávalos con frecuencia. Mantenlos fuera de la cama.
- Limpia frecuentemente: Usa una toalla o trapeador húmedo o engrasado para quitar el polvo. Aspira regularmente con una aspiradora equipada con un filtro HEPA. Si eres muy alérgico, pide a otra persona que realice esta tarea.
- Minimiza el desorden: Elimina el desorden donde se acumula el polvo y limpia las cortinas y muebles tapizados con frecuencia.
- Opta por pisos duros: Si es posible, reemplaza las alfombras con pisos de madera, losas, linóleo o vinilo.
¿Lo sabías?