Cuando pasas por un momento de cuestionamiento interno en el cual te replanteas tu existencia o sentido de vida, se puede decir que estás experimentando una crisis existencial.
Algunos de los síntomas más frecuentes que se tienen durante este periodo son la desmotivación, la sensación de insatisfacción generalizada y extrañeza contigo mismo, y la necesidad de un cambio.
Todo eso está ligado a un proceso de crecimiento que se puede presentar en cualquier momento pero más frecuente durante la juventud cuando, por naturaleza, las alteraciones emocionales son frecuentes.
Muchas de las veces lo que ocasiona este tipo de crisis es una situación en particular, significativa y estresante para la persona, la cual le está obligando a tomar decisiones, aunque se debe decir no siempre se encuentra un desencadenante concreto.
Cuando el sujeto no logra superar la crisis de manera satisfactoria, cae en algo que los psicólogos denominan tríada cognitiva formada por una perspectiva negativa de sí mismo, del mundo y de su futuro.
Esto puede desencadenar la aparición de problemas mentales como sentimientos de indefensión, depresión, desesperanza e incluso la aparición de ideas suicidas, por ello se recomienda acudir con un profesional para ayudarse a reconducir ese tipo de pensamientos, además de seguir los siguientes consejos prácticos que recopila el blog de Enterapia.
1. Reconoce que hay una crisis
Negarte a la realidad es un problema aún más grande que la misma crisis, por eso lo primero que debes hacer es reconocer que está pasando algo, ponerle un nombre y empezar a seguir los pasos que vienen a continuación.
2. Sé comprensivo contigo mismo
¿Si alguien cercano a ti pasara por una situación similar, lo ayudarías con amabilidad? Estamos seguros de que tu respuesta es positiva y por eso nuestra invitación es a que, durante este proceso, trates de entenderte y de no juzgarte severamente, recuerda que no te la sabes todas y que está bien que algunas cosas se salgan de tu control.
3. Identifica las áreas donde se manifiesta la crisis
Muy posiblemente las preguntas que te haces no provienen de una sola área, de seguro te cuestionas acerca de tu relación de pareja, tu cuerpo, tu religión, tu forma de pensar, los amigos que tienes a tu alrededor. Lo más importante es que sepas de dónde surgen estas preguntas, así tendrás una idea del punto donde debas trabajar.
4. Busca el origen
En este punto es altamente importante que te hagas las siguientes preguntas: ¿Qué aspectos de tu vida estás cuestionando? ¿En qué áreas te encuentras a gusto? ¿Cuáles son los valores que estás traicionando o con los que ya no te reconoces?
5. Reconoce tu responsabilidad
De esos vacíos que detectaste, algunos puedes cambiar tú mismo, de esos tienes el poder de tomar las riendas y empezar a cambiarlos para sentir el bienestar y la tranquilidad que estás buscando para tu vida en este preciso instante. No creas que todo lo que buscas cambiar está afuera o debes dejarlo en manos de otro, a veces los cambios más significativos, están dentro de ti.
6. Conéctate contigo mismo
Eleva tu energía y empieza a encontrar la conexión que quizás has perdido con tu interior, empieza a hacer esas actividades que disfrutas y que te complementan, haz yoga para poner tu mente en blanco, a veces es importante dejar de pensar para encontrar soluciones más sanas y efectivas.
7. Actúa a conciencia
Sabes que hay un problema y que para resolverlo necesitas ser más consciente de lo que dices y haces, por eso evita al máximo actuar por impulsos, piensa todo muy bien antes de actuar y trata de definir si lo que pretendes hacer está o no alineado con los propósitos que esperas cumplir en tu vida.