En efecto, Vincent van Gogh perdió parte de su oreja, como todos bien lo saben, pero los historiadores han descubierto que no se lo hizo a sí mismo. De hecho, la verdadera razón tiene mucho más sentido y es más interesante de lo que imaginas.
De hecho, los historiadores se dieron cuenta de esto hace más de una década, pero nadie quiere cambiar la narrativa trágicamente romántica, pues el pintor es mejor conocido como un genio torturado que se mutiló por su parte, pero es posible que la verdad no sea tan memorable como el mito. ¿Ya conoces los detalles?
La versión oficial de la oreja de Van Gogh
La versión oficial sobre el legendario acto de autolesión de Vincent van Gogh suele decir que el perturbado pintor holandés se cortó el lóbulo de la oreja izquierda con una hoja de afeitar en un ataque de locura después de tener una pelea con Gauguin una noche, poco antes de la Navidad de 1888.
Sangrando profusamente, el pintor la envolvió en una tela, caminó hasta un burdel cercano y le presentó la oreja cortada a una prostituta, quien se desmayó cuando se la entregó.
Luego se fue a casa a dormir en una cama empapada de sangre, donde casi se desangra hasta morir, antes de que la policía, alertada por la prostituta, lo encontrara a la mañana siguiente vivo, pero ciertamente muy afectado por lo que había sucedido.
El pintor, sin embargo, estaba inconsciente e inmediatamente fue llevado al hospital local, donde pidió ver a su amigo Gauguin cuando despertara, pero él se negó a verlo.
La verdad sobre cómo perdió Van Gogh su oreja
Un nuevo libro, publicado en Alemania por los historiadores con sede en Hamburgo, Hans Kaufmann y Rita Wildegans, argumenta que Vincent van Gogh pudo haber inventado toda la historia para proteger a su amigo Gauguin, un esgrimista entusiasta, quien en realidad lo cortó con una espada durante una discusión acalorada.
Los historiadores dicen que la versión real de los hechos nunca salió a la luz porque los dos hombres mantuvieron un "pacto de silencio": Gauguin para evitar el enjuiciamiento y Van Gogh en un esfuerzo por mantener a su amigo de quien estaba irremediablemente enamorado.
Hans Kaufmann, uno de los autores del libro "Pakt des Schweigens" o "Pacto de silencio" en inglés, dijo a ABC News que "la versión oficial se basa en gran medida en los relatos de Gauguin. Contiene inconsistencias y hay muchas pistas de ambos artistas que la verdad es mucho más compleja que la historia que todos hemos conocido".
"Reexaminamos cuidadosamente los relatos de los testigos y las cartas escritas por ambos artistas y llegamos a la conclusión de que van Gogh estaba terriblemente molesto por el plan de Gauguin de regresar a París, después de que los dos hombres pasaran una estadía infeliz juntos en la Casa Amarilla en Arles, sur de Francia, que se había establecido como un estudio en el sur" dicen.
No obstante, la verdad habría sido que en la tarde del 23 de diciembre de 1888, Van Gogh, atacado por un ataque de una enfermedad metabólica, se volvió muy agresivo cuando Gauguin dijo que lo dejaba para siempre. Los hombres tuvieron una acalorada discusión cerca del burdel y Vincent podría haber atacado a su amigo. Gauguin, queriendo defenderse y queriendo deshacerse de 'el loco' sacó su arma e hizo un movimiento hacia van Gogh y con eso le cortó la oreja izquierda.
"No sabemos con certeza si el golpe fue un accidente o un intento deliberado de herir a Van Gogh, pero estaba oscuro y sospechamos que Gauguin no tenía la intención de golpear a su amigo", concluyen. Sin embargo, Gauguin se fue de Arles al día siguiente y los dos hombres nunca se volvieron a ver.
En la primera carta que Vincent van Gogh escribió después del incidente, le dijo a Gauguin: "Me quedaré callado sobre esto y tú también". Ese aparentemente fue el comienzo del "pacto de silencio". Años más tarde, Gauguin escribió una carta a otro amigo y en una referencia sobre van Gogh dijo: "Un hombre con los labios sellados, no puedo quejarme de él".
Kaufmann también cita la correspondencia entre van Gogh y su hermano Theo, en la que el pintor insinúa lo que sucedió esa noche sin romper directamente el "pacto de silencio": escribe que "es una suerte que Gauguin no tenga una ametralladora u otras armas de fuego, que es más fuerte que él y que sus 'pasiones' son más fuertes".
"Hay muchos indicios en los documentos que teníamos a nuestra disposición que prueban que la versión de autolesión es incorrecta, pero que yo sepa, ninguno de los amigos rompió el pacto de silencio", dice Kaufmann, quien sugiere que la historia de la oreja de van Gogh necesita ser reescrita.
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