En el corazón de la selva de la Riviera Maya, el espectáculo JOYÀ de Cirque du Soleil deslumbra a cientos de espectadores cada noche con su propuesta única de arte, música y acrobacia.
Entre sus talentosos artistas, destaca Tomás Castro, un acróbata mexicano cuya historia de perseverancia y pasión lo ha llevado a conquistar uno de los escenarios más icónicos del mundo del entretenimiento. Su más reciente número, Magnetik, es un viaje energético que conecta el cosmos con la fuerza telúrica del planeta.
¿De qué trata Magnetik?
“La inspiración detrás de Magnetik proviene de la energía desatada por la colisión de un meteorito con la Tierra”, explica Tomás. “Los saltadores encarnamos la fuerza resultante de ese impacto, mientras que el vestuario, con toques de color naranja, evoca el magma terrestre”.
El acto es una explosión de movimiento, fuerza y simbolismo que, en palabras del artista, busca capturar ese instante de transformación entre lo celestial y lo terrenal.
El acto representa el momento en que JOYÀ descubre su conexión con el meteorito, iniciando un viaje donde la sabiduría del cosmos se fusiona con la energía primigenia de la tierra.
El desarrollo de Magnetik fue un minucioso proceso creativo que se extendió durante varios meses. En la primera etapa, se diseñaron y perfeccionaron las acrobacias, mientras el artista practicaba la aplicación de un renovado diseño de maquillaje para dominar cada detalle del nuevo look. Posteriormente, se incorporó un innovador diseño de iluminación y se validó el vestuario, asegurando que cada elemento reflejara la visión artística del acto. En total, se dedicaron aproximadamente 40 horas a intensos ensayos para lograr una ejecución impecable.
Uno de los mayores desafíos técnicos fue la creación de efectos lumínicos sobre las colchonetas utilizadas por los acróbatas Jean Laurin, diseñador de iluminación, logró un delicado equilibrio entre resaltar el dramatismo escénico y evitar deslumbrar a los artistas durante sus acrobacias.
El sueño de 14 años de Tomás Castro
Formar parte de JOYÀ no ha sido casualidad para Tomás, sino el resultado de más de una década de trabajo constante:
“Desde que empecé en la acrobacia, siempre vi a Cirque du Soleil como la cima. Llegar aquí me tomó 14 años de esfuerzo y dedicación. Ser parte de este espectáculo tan especial me llena de orgullo”.
Para él, el cuerpo es su herramienta y su templo. “Ser acróbata en Cirque es como ser un atleta de alto rendimiento: debemos cuidar nuestra salud y fuerza para poder darlo todo en el escenario cada día”.
La magia de JOYÀ
Más allá del acto físico, lo que más ha tocado el corazón de Tomás es la experiencia de formar parte de un universo como el de JOYÀ:
“Mi experiencia ha sido completamente mágica. Amo mi trabajo, el equipo humano que lo hace posible y el entorno natural tan especial de la Riviera Maya. Es un lugar lleno de inspiración, belleza y arte, donde me siento pleno cada día sobre el escenario”.
Desafíos creativos y evolución personal de Tomás Castro
Adaptarse al estilo único de Cirque du Soleil ha sido todo un viaje de evolución artística. “El mayor reto, y a la vez el que más he disfrutado, ha sido desarrollar mi parte teatral”, comenta.
“En JOYÀ no solo hacemos acrobacias complejas, también contamos una historia. Me han enseñado a transmitir la fuerza y energía de mi acrobacia a través del arte escénico, creando una forma única y hermosa de expresión”.
Con el apoyo del equipo creativo y la dirección, Tomás ha logrado fusionar su técnica acrobática con un profundo trabajo expresivo que lo ha hecho crecer como artista integral.
Un mensaje de inspiración de Tomás Castro
Para Tomás, cada función es una oportunidad de tocar los corazones del público:
“Lo que más me gusta es generar asombro. Incluso yo, siendo parte del elenco, me sigo sorprendiendo al ver a mis compañeros en acción. Espero que el público se inspire al ver hasta dónde puede llegar el cuerpo humano cuando se combina la motricidad con la creatividad. Quiero que salgan con la sensación de que todo es posible con esfuerzo y pasión”.
La exquisita experiencia gastronómica en JOYÀ
Dentro del Teatro Cirque du Soleil en Vidanta Riviera Maya, las cosas rara vez son lo que parecen, especialmente en la mesa de cena. Aquí, postres celestiales se esconden dentro de gigantes libros de biblioteca. El caviar está hecho de frutas. Los palitos de pan son bonsáis que crecen desde sus cuencos. Y es perfectamente normal sumergir el menú en una salsa especial previo a darle un bocado. La cena de tres tiempos de JOYÀ tienta a todos los sentidos con maravillas culinarias tan espectaculares como el Teatro, la música y las actuaciones de los artistas de JOYÀ.
El chef corporativo de Vidanta, Alexis Bostelmann, y su equipo, combinan los sabores tradicionales mexicanos con métodos de cocina modernos para crear los exquisitos platillos del menú de cena de JOYÀ. Los sabores mayas danzan en el paladar con hierbas como la chaya, el epazote y los chiles habaneros, además de otros ingredientes locales.
Estilos culinarios únicos abren un mundo completamente nuevo de sabores y texturas para los comensales; se utiliza nitrógeno líquido para hacer el "Aliento de Dragón”, y se aplican técnicas moleculares para crear caviar de melón y otras peculiaridades comestibles.
La experiencia culinaria gourmet puede incluir un cóctel de bienvenida en el salón VIP, una cena de tres platos y champagne ilimitado; una cena de 3 platos con 1/2 botella de champagne por persona o champagne, vino o refresco con aperitivos gourmet, dependiendo de la experiencia seleccionada. La cena multisensorial ofrece opciones de menú regulares, vegetarianas y veganas, comida sin gluten y un menú especial para niños.
Las funciones de Cirque du Soleil JOYÀ se presentan de martes a sábado, y las reservas están disponibles en línea en cirquedusoleil.com/joya.
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