Pocos espacios en la Ciudad de México logran capturar la elegancia de épocas pasadas con tanta autenticidad como el Hotel Imperial Reforma. Su ubicación sobre una de las avenidas más emblemáticas del país no es casualidad: desde finales del siglo XIX, este inmueble ha sido sinónimo de distinción, arquitectura majestuosa y hospitalidad de alto nivel.
El Hotel Imperial, situado en Paseo de la Reforma 64, Colonia Juárez, es una joya urbana que conserva su esplendor original y lo convierte en un destino imperdible para los viajeros que buscan una experiencia con historia, arte y glamour.
Inaugurado en 1896, el hotel fue concebido bajo una clara influencia europea, particularmente francesa, muy en sintonía con el espíritu del Porfiriato. Basta cruzar su puerta principal para que el visitante se sumerja en un universo de detalles artesanales: pisos de mármol perfectamente conservados, vitrales estilo art nouveau que filtran la luz con una calidez única, columnas con capiteles esculpidos, lámparas colgantes que evocan la Belle Époque y maderas finas en tonos nobles que visten los salones y pasillos.
Punto de encuentro de personajes históricos
Este hotel ha sido más que un refugio para viajeros, ha sido punto de encuentro para figuras clave de la vida política y social del país. Presidentes, artistas, diplomáticos y escritores han dejado su huella en estos muros. Aquí se han realizado tertulias, cenas de gala, acuerdos discretos y celebraciones inolvidables. La memoria del lugar no es solo decorativa: está viva en cada rincón.
Además del valor patrimonial y arquitectónico del inmueble, otro de sus grandes atractivos es su ubicación privilegiada. Estar Paseo de la Reforma significa estar en el epicentro de la cultura, el arte, el comercio y la historia. A pasos del Monumento a la Revolución, el Ángel de la Independencia, museos, teatros y restaurantes, el Hotel Imperial es un excelente punto de partida para redescubrir la CDMX desde su lado más sofisticado.
Y como la experiencia no estaría completa sin una oferta culinaria a la altura, el restaurante Gaudí representa el complemento perfecto.
Este espacio gastronómico rinde homenaje a la tradición sin dejar de mirar hacia la vanguardia: una cocina que toma inspiración de la gastronomía mexicana y de la internacional para crear platillos con identidad propia. Todo esto enmarcado por un ambiente de elegancia clásica, donde el servicio es personalizado.
El Hotel Imperial Reforma es mucho más que un sitio para dormir. Es un testimonio arquitectónico que invita a viajar en el tiempo, una muestra de que el lujo y la historia pueden convivir en perfecta armonía, y un recordatorio de que la Ciudad de México tiene rincones donde el pasado no solo se recuerda, sino que se vive con intensidad.