Roma, la Ciudad Eterna, es un destino que enamora a primera vista por su historia, su arte y su gastronomía inigualables. Cada rincón esconde un tesoro que nos remite a la época del Imperio Romano o nos transporta al esplendor del Renacimiento. Para los viajeros mexicanos, Roma suele ser un lugar de ensueño: su cultura cálida, su fascinante herencia histórica y su ambiente vibrante recuerdan la hospitalidad y el colorido de las tierras aztecas, pero con una atmósfera propia que invita a descubrirla paso a paso.
En esta guía de dos días, te proponemos un itinerario que reúne los puntos imperdibles de la capital italiana. Sabemos que organizar un viaje exprés puede ser todo un reto; por ello, hemos seleccionado las paradas esenciales y consejos prácticos para que tu experiencia sea inolvidable.
Un paseo por la historia: Coliseo, Palatino y Foro Romano
Visitar el Coliseo es uno de los grandes sueños de cualquier viajero que aterriza por primera vez en Italia. Construido en el siglo I, este imponente anfiteatro fue el escenario de espectáculos y combates de gladiadores. Para agilizar tu visita, compra tus boletos en línea con anticipación y considera llegar a primera hora para evitar las largas filas, sobre todo en temporada alta.
Después de recorrer el Coliseo, dirígete al monte Palatino, uno de los lugares más antiguos de Roma y el legendario lugar de fundación de la ciudad. Allí podrás observar las ruinas de los palacios imperiales y disfrutar de las vistas panorámicas. Continúa luego hacia el Foro Romano, el corazón político, comercial y religioso de la Roma antigua. Caminar entre sus columnas y templos te ayudará a dimensionar la grandeza de esta civilización. Si deseas organizar la visita guiada aquí, en HelloTickets puedes encontrar la mejor oferta de tours por Roma.
Boca de la Verdad, Plaza Venezia, Altar de la Patria
Cuenta la leyenda que la Boca de la Verdad mordía la mano de quienes mentían al introducirla en la escultura. Esta antigua máscara de mármol se encuentra en el pórtico de la iglesia de Santa María in Cosmedin y se ha vuelto famosa gracias al cine y la curiosidad de los turistas. Aunque la fila para sacarse la clásica foto puede ser larga, vale la pena esperar unos minutos y llevarte este divertido recuerdo de Roma.
A poca distancia, la imponente Plaza Venezia se alza como uno de los principales nodos de la ciudad. Aquí destaca el monumental Altar de la Patria, también conocido como el Vittoriano, erigido en honor al rey Víctor Manuel II, considerado el padre de la Italia unificada.
Fontana de Trevi y Plaza de España
La Fontana de Trevi es uno de los rincones más románticos y fotogénicos de Roma. Inmortalizada en películas como “La Dolce Vita”, es costumbre lanzar una moneda de espaldas a la fuente para asegurarte tu regreso a la Ciudad Eterna. La fuente es una verdadera obra de arte, con la estatua de Neptuno rodeada por tritones y caballos marinos, todo enmarcado en una espectacular escenografía barroca.
Camina unos minutos más y llegarás a la Plaza de España (Piazza di Spagna), famosa por su elegante escalinata que conecta la plaza con la iglesia de Trinità dei Monti. Durante la primavera, las escaleras se visten de flores, creando una postal encantadora.
Plaza de San Pedro
Ya en el segundo día, es momento de sumergirse en el corazón espiritual de Roma: la Ciudad del Vaticano. Comienza tu mañana con la visita a la Plaza de San Pedro, diseñada por el artista barroco Gian Lorenzo Bernini. Sus emblemáticas columnatas abrazan a los fieles y turistas que se congregan para admirar la magnífica Basílica de San Pedro. La plaza, de forma ovalada, impresiona por su grandiosidad y simbología, ya que en el centro se yergue un antiguo obelisco egipcio trasladado a Roma hace siglos.
La Basílica de San Pedro es la iglesia más grande del mundo y uno de los lugares más sagrados para la cristiandad. Antes de entrar, observa la fachada y la cúpula, diseñada por Miguel Ángel, y considera subir los 551 escalones para disfrutar de una vista espectacular de la ciudad.
Museos Vaticanos
Tras recorrer la Basílica y la Plaza de San Pedro, dirígete a los Museos Vaticanos, un extenso complejo que alberga algunos de los tesoros artísticos más importantes de la humanidad. Aquí podrás admirar la impresionante colección de tapices, esculturas y pinturas que abarcan siglos de historia, desde el arte egipcio hasta el arte contemporáneo. Un punto álgido de la visita es la Capilla Sixtina, cuya bóveda pintada por Miguel Ángel presenta escenas bíblicas de una belleza extraordinaria.
Dado que los Museos Vaticanos suelen estar muy concurridos, conviene reservar en línea con anticipación y elegir horarios menos demandados para evitar grandes multitudes.
Cena en Trastevere
Para cerrar tu segundo día con broche de oro, te recomendamos una cena en el pintoresco barrio de Trastevere. Cruzar el río Tíber para adentrarte en sus callejuelas empedradas es como retroceder en el tiempo. Este barrio es famoso por su atmósfera bohemia y su vibrante vida nocturna: los restaurantes y trattorias se suceden, invitando a los visitantes a probar la auténtica cocina romana, desde una pasta alla carbonara hasta una crujiente pizza al taglio.
Trastevere cautiva también por su encanto relajado y folclórico. Después de cenar, date la oportunidad de pasear por sus calles iluminadas con faroles y disfrutar del bullicio de los bares con música en vivo. Italia sigue siendo uno de los grandes países para conocer en este 2025.