El país cuenta con exuberantes paisajes de selva amazónica, así como con las montañas de la sierra nevada, además de la costa del Pacífico como guardián y la magia de las Islas Galápagos. Por eso aquí te dejamos algunos de los lugares más interesantes para visitar en Ecuador. Para muchos mexicanos, y pese a la cercanía, Ecuador es un país totalmente inexplorado. Para conocer los atractivos de este país, el casino en línea Betway te acerca un estudio turístico centrado especialmente en la nación ecuatoriana.
Amazonas
Una de las regiones con más diversidad de todo el planeta también encuentra parte de su hogar en el Ecuador. Para el turismo de aventura, puedes hacer caminatas en la selva, navegar por ríos caudalosos, compartir con las muchas comunidades indígenas y avistar enormes cantidades de especies endémicas.
Una de las estaciones más importantes está en el Parque Nacional Yasuní, que, en sus más de mil kilómetros cuadrados, encontrarás la zona con mayor biodiversidad del mundo. Las centenarias comunidades indígenas como la de los tagaeri y los taromenane viven en aislamiento voluntario de la civilización. O sea que aquí encontrarás simplemente magia.
Pero también hay otros pueblos, como los Haaorani y los Kichwa, que subsisten gracias al turismo, permitiendo a los turistas acceder a sus aldeas para compartir con ellos la vida cotidiana. Una experiencia fascinante llena de cultura milenaria.
Islas Galápagos
Para terminar, una de las mayores atracciones y que tienen fama mundial, ubicadas a poco menos de mil kilómetros de las costas del continente americano. Un conjunto de trece islas de origen volcánico que tienen más de un centenar de islotes y afloramientos rocosos.
Es una extraordinaria reserva de la diversidad biológica donde verás en convivencia casi dos mil especies endémicas, como las famosas tortugas terrestres gigantes de las que tanto habló Darwin.
Es otra zona declarada Patrimonio de la Humanidad, además de que casi la totalidad de su superficie es un Parque Nacional protegido, con pequeños asentamientos humanos como Puerto Villamil y Puerto Ayrora. Puestos que permiten la partida de las expediciones al resto de las islas.
Quito
Su capital es el lugar de la vida agitada urbana, con vida nocturna vibrante y una fascinante ciudad vieja que ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Con sus hermosos templos religiosos barrocos, sus monasterios, monumentos y hermosas arquitecturas coloniales, está considerado como el centro histórico más grande, menos alterado y mejor preservado de América.
Pero no todo se queda en la ciudad, porque sus alrededores están llenos de entornos naturales, como la visita al volcán Cuicocha, con todo y su laguna de tres kilómetros en uno de sus cráteres, o el volcán Cotopaxi, uno de los más altos del mundo, localizado dentro del Parque Nacional del mismo nombre.
Bosque Protector Mindo Nambillo
Continuando con el turismo de aventura, esta reserva ecológica de 22.000 hectáreas es un paraíso natural lleno de bosques húmedos y nublados, con paisajes espectaculares con ríos y cascadas que convergen con una extraordinaria biodiversidad de orquídeas salvajes, mariposas de colores radiantes y pájaros que no encontrarás casi en ningún otro lugar del mundo.
Por eso es que la apodan como la Capital Mundial de las Aves, contando cerca de quinientas variedades, y convirtiéndose en la mayor avifauna del planeta. Aquí verás especies como tucanes, papagayos, patos salvajes, búhos y colibríes, entre otros muchos.
Cuenca
Estamos hablando que para muchos es una de las ciudades más bellas del país, con su centro histórico igualmente preservado que también es Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, donde se albergan arquitecturas coloniales y republicanas, abriéndose paso entre un espectáculo de calles adoquinadas, antiguas plazoletas, coloridos balcones y pequeños mercados.
En la zona del Barranco, encontraremos más joyas patrimoniales, como un verdadero cordón de sauces y arboledas que rodean el río Tomebamba, que cuenta con antiguos puentes y elegantes arquitecturas de los siglos XVIII y XIX que van descendiendo camino al río con escalinatas de piedra. Un espectáculo difícil de encontrar en otro lado.