Sabemos que tomar dos litros de agua al día es fundamental para mantener nuestro cuerpo hidratado y prevenir enfermedades, sin embargo ante la variedad que existe en el mercado nos surge la duda: ¿cuál es la mejor: la natural o gasificada?
Al respecto, Nathalie Sessions, nutrióloga del Hospital Houston Methodist, refirió que ha surgido una serie de mitos en torno a esta opción de líquido como: sí el agua gasificada reemplaza a la regular, o sí realmente hidrata, o sí es tan beneficiosa como el agua purificada o del grifo, pero especialmente si esta agua burbujeante daña a la salud.
Ante estas inquietudes, la especialista afirmó que “el agua con gas es tan saludable como el agua regular, la mayor parte del tiempo”.
Añadió que todo es cuestión de gustos, porque para algunos, una lata de agua gasificada es una delicia burbujeante, para otros, esta bebida es la única oportunidad de acercarse a alcanzar su meta diaria de ingesta del líquido vital.
Además compartió algunos consejos sobre su uso para reemplazar el agua regular o las bebidas no saludables como los refrescos.
Y es que el agua con gas también es conocida como agua de seltzer y es similar a algunos otros tipos de agua carbonatada, incluida la gaseosa, el agua mineral con gas y el agua tónica. Por ejemplo, club soda es un tipo de agua carbonatada que también contiene sales.
“El agua mineral con gas es agua con gas natural que contiene minerales que provienen de un manantial o pozo. Mientras que el agua tónica es una bebida carbonatada que contiene quinina, el cual es un agente amargante y azúcar, así como minerales”, explicó.
En este caso, si piensas reemplazar el agua regular con otra carbonatada, elige siempre la gasificada, ya que la mayoría de las marcas generalmente no contienen sodio ni azúcar.
Con respecto a que sí el agua con gas hidrata tan bien como la regular, aseveró que estudios científicos actuales lo afirman. Sin embargo, es cierto que la investigación sobre el tema es limitada.
Ciertamente, no hay nada que sugiera que el dióxido de carbono agregado impide que el cuerpo absorba agua con gas de manera diferente al agua natural. Pero algunas investigaciones sugieren que una persona beberá menos agua después de hacer ejercicio si se le ofrece agua con gas en lugar de la de sin burbujas.
Ahora bien, ¿qué tan saludable es el agua gasificada contra el agua natural? De acuerdo a la nutrióloga Sessions, el agua con gas en realidad podría beneficiar el organismo, pues varios estudios indican que una persona puede sentirse lleno por un período de tiempo más largo después de las comidas. Además, indican que ayuda a aliviar el estreñimiento y a mejorar la salud del corazón.
No obstante, el agua con gas es carbonatada y ligeramente ácida, por lo que suelen dañar el esmalte dental solo un poco más que el líquido vital. Es por esto, que sugieren beber el agua burbujeante acompañada de alimentos en lugar de sola.
No hay evidencia de que la acidez en el agua gasificada afecte la densidad mineral ósea. Pero ¡ojo! En el caso de padecer enfermedades que producen inflamación intestinal como el síndrome de colon irritable, la recomendación es tomar agua natural y evitar cualquier bebida con gas ya que éste produce mayor inflamación en las personas con este tipo de dolencias.
El beber agua gasificada es una excelente manera de dejar el refresco es otra de las dudas que surgen para saber si podemos tomarla como opción. Ante este cuestionamiento, la nutrióloga manifestó que sí, porque no sólo no contiene calorías sino que causa un daño menor al esmalte dental que las gaseosas.
“El agua con gas puede ser una excelente manera de ayudar a dejar los refrescos, pero, es importante elegir opciones sin azúcares ni edulcorantes artificiales”, concluyó Nathalie Sessions, nutrióloga del Hospital Houston Methodist