Todos conocemos a esas personas que tienen el control total de sus emociones. Están tranquilos en una crisis y toman decisiones con sensibilidad, por muy estresante que sea la situación. También identificamos a aquellos que pueden leer las emociones de los demás; saben qué decir para que los otros se sientan mejor y saben cómo inspirarlos a actuar.
Las personas así tienen una alta inteligencia emocional (o IE). Tienen relaciones sólidas y manejan situaciones difíciles con calma y eficacia. También es probable que sean resistentes frente a la adversidad. ¿Y tú? ¿Sabes qué tan inteligente emocionalmente eres? Descúbrelo con este sencillo test visual.
Las reglas son fáciles: checa la imagen que está abajo (que es una ilusión óptica) e identifica qué detalle sobre la misma te llamó primero la atención.
El pasto
Si el pasto te llamó la atención primero, entonces eres una persona que admira y se preocupa por las personas que están presentes en tu vida.
Te preocupas mucho por ellos y algunos de ellos lo saben, mientras que otros tal vez no lo perciban de esa manera. Pero eso está bien. Lo que importa es que estén bien y eso es todo lo que quieres; realmente no necesitas ninguna afirmación o crédito por nada, ni por nadie.
El problema es que sigues concentrándote en el pasto durante demasiado tiempo y no ves el bosque que crece detrás de él. Careces de total objetividad. Como persona, no obtendrás una puntuación muy alta en inteligencia emocional, pero tienes tus puntos fuertes.
A diferencia de muchas personas, no tienes miedo de pedir ayuda cuando la necesitas. También sabes identificar el momento para pedir ayuda, como cunado estás perdido o has lastimado a alguien; estos son momentos en los que la mayoría de las personas necesitarán ayuda, pero no están dispuestas a pedirla explícitamente.
La niña
Tu inteligencia emocional es realmente aguda y eres más capaz de empatizar con los demás. Sabes que eres emocionalmente inteligente y sabes que puedes confiar en ti mismo cuando la situación lo requiera. Pero si continúas poniendo las necesidades y deseos de los demás por delante de ti, terminarás agotando tus energías.
Te perderás a ti mismo y esto podría ser bastante frustrante. Después de todo, a veces también nos necesitamos a nosotros mismos. Debes tener cuidado cuando estés agotando tu energía con otras personas: controla tus emociones y asegúrate de no invertir más de lo necesario. Cuanto más pongas en acción tus habilidades emocionales en el campo, más te sentirás cansado por ello. Pero eres emocionalmente valioso, no dejes que el cansancio te afecte.
El espejo
Si el espejo llegó a tu vista primero, entonces deberías darte una palmada en la espalda: obtienes calificaciones tremendas en inteligencia emocional.
Sin embargo, el espejo representa algo que no es del todo bueno, al menos en el mundo real. El espejo refleja tu propia imagen cuando lo miras. Eso significa que podrías estar reflejando las emociones de los demás más de lo que deberías.
Si alguien está triste, comenzarás a buscar dentro de ti mismo para descubrir cómo TÚ podrías ser la razón de su tristeza. Si alguien está furioso, puede intentar racionalizarlo de alguna manera extraña y tratar de averiguar cómo lo hiciste enojar. Pero ni siquiera eres parte de eso: lo mejor de ti es tu capacidad para leer las emociones, pero eso es claramente contraproducente.
Da un paso atrás y deja de tomarte las cosas tan personal. Sí, tienes una gran capacidad para leer las emociones, pero no es tan fácil rastrear las emociones hasta su origen real. Rara vez tendrás éxito, así que no intentes hacerlo.
Y tú, ¿qué tan alta es tu inteligencia emocional?