Tener una buena salud financiera significa contar con el dinero suficiente para cubrir gastos y tener ahorros que ayuden a afrontar imprevistos en el futuro.
Las personas que planifican sus finanzas haciendo presupuestos, transfiriendo dinero para el ahorro, y saben cómo afrontar los retos financieros del futuro, son aquellas que demuestran tener una mejor salud financiera. Solo adquiriendo hábitos saludables, se garantizan mejores oportunidades y una vida económica tranquila.
Aquí te presentamos las 5 señales que según un estudio del Center for Financial Services Innovation (CFSI) te dirán si tu salud financiera es buena o lo que debes hacer para mejorarla:
1. Gastas menos de lo que ganas
Este indicador es fundamental porque habla de la capacidad para gestionar tus ingresos. Si recibes más dinero del que gastas, podrás ahorrar y serás más resistente ante eventos inesperados. Para mejorar este indicador, es recomendable calcular la cantidad total de ingresos y gastos que has tenido en el último año y analizar los movimientos, mes a mes, para corregir gastos superfluos.
Si por el contrario, no sabes qué pasa con tu dinero, ni cuánto dinero tienes en tu cuenta bancaria, puede ser una señal de alerta.
Un buen ejemplo de salud financiera es saber qué ha pasado con tu dinero en todo momento. Esto gracias a que tienes todo calculado en un presupuesto mensual y ello te ayuda a saber cuánto has gastado. Sin embargo, en la era del dinero plástico, donde las tarjetas de débito y crédito se deslizan habitualmente, es fácil perder el control del dinero. Este es el síntoma más común; para solucionarlo, puedes controlar regularmente los saldos y transacciones de tu cuenta desde la banca digital.
2. Pagas las facturas a tiempo y en su totalidad
Hay dos tipos de facturas: las de prioridad alta, es decir, aquellas que no cuentan con un periodo flexible de pago, como las cuotas de la hipoteca de una vivienda y las de prioridad baja, más flexibles a la hora de satisfacerlas y con menos consecuencias en caso de impago.
El grado en el que las personas se mantienen al corriente de todas sus facturas, tanto prioritarias como no, es un indicador de su capacidad para gestionar sus finanzas y los compromisos diarios y, por lo tanto, de su buena salud financiera.
3. Posees suficientes ahorros
En la vida de cualquier persona es habitual tener que hacer frente a los gastos inesperados: reparaciones, tratamientos médicos, una caída de los ingresos, por lo que conviene contar con suficientes ahorros para afrontarlos y, de esta forma, no contraer deudas que puedan ser insostenibles.
De ahí que se recomienda transferir periódicamente una cantidad de dinero, de forma automática al producto de ahorro correspondiente y conseguir reunir el suficiente capital para vivir durante seis meses o más sin ingresos.
Pero si tienes muy pocos ahorros o no puedes enfrentar una emergencia, entonces esta es una señal de un mal hábito de ahorro y un síntoma de mala salud financiera. Esto puede ser el comienzo de una crisis financiera, en la que es posible que te quedes sin dinero para cumplir con tus objetivos vitales, como tu jubilación.
El primer paso hacia tu libertad financiera son los ahorros, después podrás invertir ese dinero con la intención de lograr tus metas. Lo ideal es que juntes entre 3 a 6 meses de tu sueldo, pues las emergencias como la hospitalización de familiares o la pérdida de tu trabajo, pueden tocar tu puerta en cualquier momento.
4. Tienes un nivel de deuda sostenible
La persona que sabe manejar sus deudas tiene una vida financiera más tranquila, ya que no se ve afectada por los recargos por pagos atrasados. Uno de los factores en los que el estudio de CFSI hace hincapié es en el uso de las tarjetas de crédito: tener los pagos de dichas tarjetas al día es una señal de buena salud financiera en este apartado.
Pero, si pagas una deuda con otra o si ya tienes muchas deudas, probablemente necesites buscar la forma de salir de ellas lo antes posible, pero eso no quiere decir que obtengas otras obligaciones.
Este es un síntoma grave de mala salud financiera, que no puedes ignorar. Usa tu tarjeta de crédito de manera inteligente, para evitar caer en una trampa de este tipo, porque es un círculo vicioso. Un buen ejemplo de salud financiera es poder hacerte cargo del pago de tus financiamientos y tus deudas de plásticos bancarios.
5. Manejas un buen historial crediticio
Según el estudio, las personas con un perfil ‘super prime’ o ‘prime’, es decir las que tienen una puntuación de crédito excelente y no representan ningún riesgo para los prestamistas o acreedores, son aquellas con mejor salud financiera.
Por el contrario, si te ves obligado a usar tu tarjeta de crédito incluso para cosas pequeñas y cotidianas, entonces tal vez estés viviendo con un lastre financiero importante, sin capacidad de ahorrar y con muchas deudas, lo que podría llevarte a no pagar tu plástico a tiempo y acumular intereses. Una mejor opción es establecer un presupuesto mensual y reducir algunos de los gastos evitables.
Tal y como sucede con la salud física, se trata de que te cuides de manera preventiva, y si ya has enfermado, debes tomar las medidas necesarias para ordenar tus números.
Mira estos consejos para iniciar tu ahorro y terminar con tus problemas de dinero: