Alicia Hoyo García una mujer espiritual, empática y con gran sensibilidad, actualmente es la Directora y representante de la organización La Risa Abre Corazones; misma que se fundó en el Estado de México y la cual surgió como un proyecto humanista e inspirador tras haber padecido durante dos ocasiones diferentes tipos de cáncer en su cuerpo, entre ellos el cáncer de mama. Enfermedad que le dejó muchas lecciones y gran aprendizaje de vida, motivándola a tejer una tarea importante desde la trinchera del paciente.
Su proyecto lo comenzó hace 14 años en el Centro Médico ISSEMYM; desde entonces, Alicia se ha dado a la tarea de visitar de una manera muy peculiar a los pacientes que atraviesan enfermedades crónicas, enfermedades terminales y pacientes con cirugías, quien a través de la empatía de entenderlos, escucharlos, abrazarlos y hasta llorar con cada uno de ellos le ha permitido intervenir de manera positiva para lograr una terapia emocional satisfactoria, fomentando el trato digno y cálido. Con su nariz de payasita, su actitud alegre y una energía que motiva a todos los que la miran, avanza con su grupo para abrazar a los pacientes, escucharles y ayudarles a encontrar un motivo para luchar.
Sin duda, el cáncer de mama cobra la vida de millones de mujeres al año, sin importar su estatus económico y social, su color de piel, su estatura, edad o su nivel educativo. Esta enfermedad se presenta sin avisar y cada vez es más común en mujeres jóvenes. “La amenaza de morir, te hace querer más la vida, disfrutarla de forma diferente y vivirla con calidad, me enfoco mucho en la cuestión emocional y es por eso que creo el proyecto La Risa Abre Corazones”.
Alicia a sus 36 años fue diagnosticada con Paget, un tipo de cáncer que le afectó principalmente el área del pezón, un diagnóstico poco común en el cual le indicaron realizarse la mastectomía radical sin saber que 12 años después sería nuevamente la víctima de esta enfermedad, pues le fue detectado otro tipo de cáncer; un tumor en la columna que también logró vencer.
“Fue todo un proceso de 28 cirugías donde conocí hospitales, médicos, enfermeras y pacientes, lo cual logró una trasformación de conciencia en mi mente, mis emociones y sobre todo darme cuenta de lo vulnerables que somos”.
La Risa Abre Corazones también se encarga de formar estudiantes en el área de la psicología con grupos de aproximadamente 20 personas que buscan realizar su servicio social o prácticas profesionales quienes son preparados con mucho amor, compromiso, empatía y con vocación de servicio. “Estamos haciendo una familia que está cambiando al mundo y cambiar al mundo es mirara con los ojos del alma, lo que sucede, lo que nos rodea y lo que sentimos. Trabajar con todos esos vacíos es importante para mostrarle nuestra mejor versión a quien más nos necesita”.
La idea es llevarles alegría y sonrisas a los pacientes, familiares y cada una de las personas que nos rodea y que necesitan sonreír desde el corazón, además se trabajan dinámicas en los espacios de espera en admisión hospitalaria y urgencias con el propósito de cambiar la energía de angustia y tristeza que respiran. Su pasión y motivación de vivir la formó para crear un grupo trascendental de ayuda que los contagia con sonrisas y abrazos el cual crece día con día.
Finalmente quiero invitarlos a transformar su visión y actitud negativa por estados emocionales positivos, siempre luchando por fomentar un trato digno y cálido para todos los pacientes, no seamos indiferentes y abracemos con los ojos del alma, recuerda que siempre podemos hacer algo por el prójimo y por uno mismo, finalizó.