Elegir una actividad física para poder ponerse en forma es algo que se antoja difícil para muchas personas, por lo que, muchas veces, acaban apuntándose a un gimnasio al que no van por aburrimiento y falta de motivación. Las artes marciales y los deportes de contacto son disciplinas variadas y exigentes físicamente que pueden representar una solución a este dilema; siempre bajo la supervisión de un profesional y complementándolo con la alimentación que sea más adecuada a cada caso.
El Karate, tal vez, sea la arte marcial más conocida alrededor del mundo. De origen japonés, su punto fuerte son los golpeos con puños y patadas; su trabajo es, especialmente, muscular y anaeróbico, aunque muy completo en conjunto. En una clase de una hora pueden llegar a quemarse unas 700 calorías.
El judo y el Jiu Jitsu también tienen el mismo origen, pero están más enfocadas a los derribos, el trabajo en el suelo, las luxaciones, etc… Representa un auténtico reto físicamente, ya que las técnicas de suelo y el combate son muy exigentes; eso sí, engancha a la gran mayoría de los que lo prueban. De hecho, el Jiu Jitsu se ha convertido en una de las pasiones de muchos actores y actrices de Hollywood. La quema de calorías es similar a la del Karate.
La Capoeira proviene del Brasil, y es una mezcla de baile y lucha que implica patadas y acrobacias, acompañadas de la música de los tambores. Requiere tiempo para perfeccionar las técnicas, pero se convierte en un ejercicio de lo más completo, que trabaja coordinación, musculatura, agilidad, equilibrio, resistencia, … Se pueden quemar unas 500 calorías por sesión.
Después de las artes marciales tradicionales nos encontramos con los deportes de contacto. Mucho más enfocados a la competición, aunque se pueden practicar, obviamente, sin necesidad de competir. El boxeo es, tal vez, el mejor ejemplo; su trabajo cardiovascular lo convierte en un auténtico “quema-grasas”, al tiempo que mejora nuestra velocidad, reflejos y autoestima.
Si al boxeo le añadimos las patadas, tenemos el Kickboxing, lo que implica un mayor gasto calórico, además de ejercitar de forma intensa más músculos del cuerpo. Si además de patadas y puños se permiten los codos y las rodillas, nos encontramos ante el Boxeo Tailandés; eso sí, requiere mucha precaución, buenas protecciones y estar bajo la supervisión de auténticos profesionales.
Uno de los deportes de contacto más completos es, sin duda, las MMA ya que incluyen diversas disciplinas en una sola: se trabaja el boxeo, el boxeo tailandés, las técnicas de suelo del Jiu-Jitsu o los derribos del wrestling, por citar algunos ejemplos. Es, además, muy exigente físicamente, lo implica que el acondicionamiento es potente y los resultados se obtienen de forma rápida. Bien es cierto que tiene fama de ser un deporte bastante agresivo y, tal vez, no todo el mundo lo vea como su primera opción; pero se puede realizar el entreno sin necesidad de entrar luego en “sparring” (combate).
Por otra parte, las MMA se han popularizado enormemente en los últimos años gracias a la UFC, que ha atraído la atención de muchos famosos: actores como Stallone o Ben Affleck, que incluso se han convertido en inversionistas, o deportistas como el jugador de póker Fintan Hand o futbolistas de la talla de Crisitano Ronaldo, son hoy grandes seguidores.
Además de los deportes de contacto y las artes marciales, también tenemos los siempre útiles sistemas de defensa personal. En los últimos años ha destacado, especialmente, el Krav Maga, de origen israelí, que antepone la efectividad y la sencillez para enfrentarse a todo tipo de situaciones amenazantes o de conflicto. Por supuesto, aprendiendo las técnicas, podemos también realizar un importante ejercicio físico, mientras aprendemos cosas que pueden sernos útiles en la vida real.
Y estos son sólo algunos de los ejemplos. Tenemos también el Aikido, el Hapkido, el Kung Fu, el Sambo, el Boxeo Filipino, y una larga lista por delante; cada uno con sus estilos y beneficios. Es cuestión de probarlos y elegir el que mejor se ajusta a cada uno.