¡Cuidado con lo que dices! Esta es la peor frase que puede destruir tu relación, según la psicología

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Las palabras importan, así que debes saber que esta es la peor frase que puede destruir una relación

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La peor frase que puede destruir una relación, según la psicología (Foto: Freepik)

Las palabras son importantes en una relación, sin importar si es profesional, amistosa o romántica. Es por eso que siempre hay que medirlas y pensarlas con cuidado porque, sin importar quién las reciba, hay frases que podrían herir los sentimientos de los demás.

En una relación de pareja, por ejemplo, la comunicación es un pilar fundamental para que una relación pueda tener un futuro prometedor. Desde las interacciones más cotidianas hasta los vínculos más profundos, las palabras que elegimos pueden fortalecer o socavar los lazos que compartimos con los demás.

¿Cuál es la frase que podría arruinar una relación?

Según el psicólogo Jeffrey Bernstein, Ph.D., hay una frase en particular que puede actuar como una especie de ácido corrosivo en nuestras conexiones interpersonales, ya sea en el ámbito romántico, en la amistad o incluso en el entorno laboral.

En un artículo para Psychology Today, Bernstein nos advierte sobre el poder destructivo de una aparentemente inocua frase: "No te preocupes, lo vamos a resolver". Esta expresión aparentemente benigna puede ser, en realidad, el veneno silencioso que mina la confianza en una relación.

Y es que, la confianza, esa moneda invaluable que sustenta todo tipo de vínculos, puede desaparecer gradualmente cuando esta frase se convierte en una respuesta común a los desafíos que enfrentamos juntos, pues, como bien sabemos todos, las palabras sin acciones no ayudan a resolver ningún problema.

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El peligro de esta frase radica en sus múltiples manifestaciones destructivas, según explica Bernstein. En primer lugar, ofrece una falsa tranquilidad, sembrando la ilusión de que los problemas son más simples de lo que realmente son.

Esta ilusión de simplicidad puede convertirse en frustración cuando los problemas persisten y no se resuelven fácilmente. Además, puede indicar una falta de evaluación adecuada de la gravedad de la situación, lo que socava aún más la confianza de los involucrados.

En segundo lugar, el uso de esta frase puede ser una forma de evadir la responsabilidad. Al prometer resolver un problema de manera tan simplista, se evita reconocer la propia contribución al conflicto o daño causado. Esto puede conducir a una falta de responsabilidad personal y a una dificultad para abordar los problemas de manera constructiva.

Para ellos, los factores esenciales en una relación son la comunicación y empatía

Por último, esta frase puede obstaculizar la comunicación efectiva. Al repetirla una y otra vez, se pueden evitar conversaciones importantes y profundas, perpetuando la sensación de que los involucrados no están en la misma sintonía. Esto puede generar frustración y distanciamiento, minando aún más la conexión entre las personas.

Entonces, ¿qué se puede hacer al respecto? Bernstein sugiere que no se trata de nunca volver a usar esta frase, sino de hacerlo con conciencia y responsabilidad. Es crucial escuchar activamente a la otra persona, validar sus sentimientos y perspectivas, y comprometerse a abordar los problemas juntos.

La comunicación abierta y honesta es la clave para superar los obstáculos y fortalecer los lazos interpersonales. Y, aunque las palabras ciertamente son importantes en cualquier relación, también lo son las acciones, pues las promesas vacías poco a poco erosionan cualquier vínculo afectivo.

¿Lo sabías?


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  • Andrea Bouchot
  • andrea.bouchot@milenio.com
  • Coordinadora de Chic Magazine digital. Egresada de la Licenciatura en Comunicación de la FES Acatlán. Vivo de cine, los libros, videojuegos y la buena comida.