En el taller de alta costura de Verónica Vertiz se entretejió una idea que se pudo desarrollar y concretar de la mano de una de sus alumnas en quien vio un gran talento.
Como diseñadora con una especialidad en patronaje industrial, Verónica compartió sus conocimientos con jóvenes como Paulina Pereda quien, con el anhelo de hacer y aprender, se unió al curso cuatro años atrás.
“Cuando terminé mi carrera en diseño industrial decidí meterme al curso porque el proceso que hay detrás de un producto es hermoso, todo el trabajo que existe desde la selección de los materiales, la confección, el patronaje hasta la labor de venta”, compartió Pau.
En 2018 ambas crean ATRIO Leather, un proyecto que entró en la industria de la moda para innovar con su filosofía y sus propuestas únicas.
Con una colección compuesta por vestidos, faldas, capas, pantalones, blusas y chamarras hechas de piel, cada pieza asegura una autenticidad y una estética atemporal.
“Empezó todo como un juego pero tengo la percepción de que si amas lo que haces es la victoria, estamos enamoradas de lo que hacemos y el producto ha sido muy bien aceptado”, comentó Verónica quien destacó las participaciones que han tenido en ANPIC y en otras ciudades a través de showrooms.
Siguen una filosofía de empoderar a las mujeres con cada prenda que trasciende y perdura en el tiempo generación tras generación, una línea de sucesión distinguida por las mismas socias al ser de distintas edades, lo que complementa la experiencia profesional.
La venta a través de plataformas online es uno de esos notables aportes pero, a su vez, representa un reto lograr transmitir la esencia de la marca de lujo a su mercado meta.
Al mismo tiempo ha sido la vía para llegar a más mujeres por todo el país, mismas que han recomendado las piezas a mayor número de personas.
“Para nosotras es un sueño, pensamos a lo grande al hacer esto y es la parte que estamos construyendo juntas”, confesó Pau.
ATRIO también se caracteriza por usar piel con calidad de exportación, un gran beneficio estando en el Bajío, así como por aprovechar todo el material sobrante manteniendo así una marca sustentable.
Ambas sostienen su compromiso con la sociedad realizando donaciones a asociaciones como Clima que apoya a niños con autismo, e impartiendo clases ocasionalmente en Fundación León para que las mujeres logren ser autónomas.
Para el próximo año ya preparan varias sorpresas, nuevos diseños y una incursión en el mercado masculino con prendas que, más que eso, es arte creado con el corazón en las manos.