Tal vez no debería sorprendernos, dada la época, que algunos diseñadores eligieran renunciar a la sastrería clásica esta temporada, aunque muchos prefirieron mostrarla de una forma más adecuada para la vida en el encierro o en el home office. Ha llegado el non-suit.
Así lo vimos en las pasarelas de marcas de alta costura como lo es Louis Vuitton, que combinó abrigos de hombros fuertes y contundentes con camisas y pantalones drapeados, mientras que Hermès mezcló pantalones de sastre de pierna ancha con tops deportivos y parkas. Otro ejemplo es el de la colaboración entre Ermenegildo Zegna y la marca angelina Fear of God, cuyos diseñadores crearon en conjunto una colección que combina la herencia de sastrería del primero y la ropa deportiva contemporánea del segundo. Un éxito total.
Y es que es fácil ver por qué este estilo cada vez gana más adeptos. La tendencia high low hace que un traje sea más casual y que las prendas deportivas luzcan más sofisticadas. Es una oportunidad, además, para revisitar las piezas de sastrería del clóset para combinarlas con el athleisure.
El high low es otro camino de elegancia masculina y que, para muchos, se ha convertido en un símbolo del nuevo lujo. Así, dos mundos, aparentemente distantes, se unen para crear un look contemporáneo. Es el guardarropa perfecto para esta nueva normalidad que exige comodidad y estilo al mismo tiempo.