A lo largo de una larga y exitosa carrera cinematográfica, Salma Hayek ha caminado por muchísimas alfombras rojas. Desde los Emmys, hasta los Oscars, la actriz mexicana se ha dado a conocer por tener un estilo muy apasionado, a veces extravagante y, más recientemente, muy elegante.
Durante la premiación más reciente de la Academia, Salma desfiló junto con otros artistas de alto perfil con un vestido Gucci brillante, pero sorpresivamente no fue la única de su familia en robar cámara ese día. Y es que, siendo su acompañante, su hija adolescente, Valentina Paloma, causó sensación en redes.
Además de que Salma y Valentina fueron la madre e hija más hermosas de la alfombra roja, muchos quizá no se dieron cuenta de que el vestido de la jovencita no era nuevo; de hecho, esa misma pieza ya había hecho el debut por una red carpet hace más de 20 años.
Así como lo lees, Salma Hayek le prestó a su hija su propio vestido que ha estado en su clóset desde los años 90. Su estilista, Rebecca Corbin-Murray buscó en el archivo de su clienta y encontré esta pieza vintage de Isaac Mizrahi que la joven de 15 años eligió para su debut en los Oscars al lado de su madre.
Y fue así como la veterana de Hollywood llegó al evento con un hermoso vestido Gucci de color naranja con lentejuelas, y Valentina le hizo segunda con un vestido strapless de color rojo que complementó con un clutch plateado, así como varias piezas de joyería y un maquillaje profundo.
Esta hermosa pieza vintage, sin embargo, es posible que la recuerdas, pues fue originalmente usada y elegida por Salma en 1997, 10 años antes de que Valentina naciera. De hecho, en esta época todavía ni siquiera era planeada y sus padres ni siquiera se habían conocido.
El vestido fue visto por primera vez en una red carpet durante el baile 'Fire and Ice' en 1997. En esa entonces, la actriz había llevado su cabello rizado y, como podrán ver en la imagen, todavía no encontraba un estilo propio. Además, su apariencia es muy diferente a la que vemos ahora.
El look fue complementado con un choker de diamantes, un bolso de color rojo de lentejuelas y aretes pequeños. En cuanto a maquillaje, como ya era tradición de la actriz, definió sus cejas abundantes y lució unos labios rojos que la han caracterizado durante esa época de su vida.
Por supuesto, este no fue el mejor look de ninguna de las dos, pues poco después de que terminó la premiación, madre e hija se cambiaron rápidamente para atender el after party organizado por Vanity Fair. Y, como ya es tradición, ambas posaron en la blue carpet con sus dos distintivos looks.
Para la fiesta, la actriz optó por otro vestido Gucci, pero ahora en color plateado con tirantes de encaje. La pieza tenía una abertura en una pierna y la complementó con un hermoso anillo de diamantes.
Por su parte, Valentina decidió llevar un vestido muchísimo más dulce que el anterior. En esta ocasión, se cambió por una pieza de color rosa pálido, que no solo era más largo con un tren, sino que también tenía más detalles, como olanes y flores en la falda. En cuanto a maquillaje y accesorios, aparentemente usaron los mismos.
¿Qué tal su look?