Cuando pensamos en un naked dress es normal traer a la mente imágenes de celebridades desfilando por la alfombra roja con vestidos transparentes en tonos nude, ajustados al cuerpo y adornados únicamente con detalles en pedrería, plumas o encaje. Tal como el que inmortalizó Rihanna en los CFDA Fashion Awards del 2014 o el que Dua Lipa usó para triunfar en los Grammys recientemente.
Y sí, esa es la versión más tradicional de esta prenda cuyo objetivo es acentuar la silueta femenina al máximo. Sin embargo, a través de los años el clásico naked dress ha evolucionado hacia una versión moderna que se puede usar más allá del escenario y que abre la puerta al color, explora cortes holgados y demuestra que hay más de una fórmula para lograr ese efecto seductor.
¿Cuándo nació el naked dress?
Los vestidos reveladores en telas transparentes comenzaron a usarse en los años 20s por vedettes y mujeres dedicadas al mundo del espectáculo. Sin embargo, en los cincuentas el look se popularizó por las estrellas de hollywood como Jayne Mansfield, Marlene Dietrich y Marilyn Monroe. Aunque muchas mujeres la llevaron antes que ella, Monroe fue una de las primeras celebridades en acaparar reflectores gracias a esta tendencia. La famosa actriz cantó en el cumpleaños del presidente John F. Kennedy en 1962 usando un modelo traslúcido firmado por el francés Jean Louis. Con más de 2 mil 500 brillantes bordados, se convirtió en un look histórico.
Años después el naked dress volvió a ser noticia gracias a la actriz y cantante Cher, quien triunfó en la MET Gala de 1974 con una creación de Bob Mackie ajustada a su cuerpo y plumas en las mangas. El vestido fue tan impactante que lo repitió para la portada de la revista Time al año siguiente y continuó usando este tipo de looks a lo largo de la década.
Antes de los 90s, los naked dresses estaban reservados para los escenarios y las alfombras rojas. Pero a partir de que Kate Moss usó un lencero sencillo totalmente transparente y con reflejos metálicos para una fiesta casual, el look empezó su transformación de outfit glamuroso hacia una estética cool y divertida.
¿Cómo usar un naked dress hoy?
El nuevo milenio llegó con una infinidad de propuestas para esta prenda, aunque la premisa sigue siendo la misma. Mientras que el naked dress original era entallado y se enfocaba en abrazar la figura por completo, las siluetas modernas son fluidas y holgadas.
Alternativas con aberturas y recortes, confecciones en seda, ropa interior que no revela la piel del todo y colores vibrantes como reemplazo de los neutros, son algunos de los cambios más evidentes. El espectro se ha ampliado, pero el efecto seductor continúa presente en las pasarelas.
El nuevo naked dress no es necesariamente confeccionado en gasa o chifón ni lleva pedrería extravagante. Algunos diseñadores, como Anna Sui, Elie Saab y Gabriela Hearst apuestan por una versión sutil que sigue revelando la silueta femenina pero lo hace desde una perspectiva menos literal. El corte sobrio se fusiona con las transparencias para transformar la prenda en un everyday look.
Un cosa es segura, el naked dress llegó para quedarse y es una de las armas más potentes de empoderamiento. Es el equivalente sartorial de una selfie, una celebración del cuerpo y un statement de valentía para quien decide usarlo en cualquiera de sus versiones. ¿Te atreves a usarlo?