Aunque Megan Fox no está nominada, asistió a la entrega de los Billboard Music Awards 2022 para apoyar a su prometido Machine Gun Kelly, con quien coordinó su look y terminó robándose la atención en la alfombra roja del evento.
La estrella de Transformers siempre logra llamar la atención a donde quiera que va con sus arriesgados looks, por ejemplo en 2021 el vestido de transparencias que llevó a los Video Music Awads fue todo lo que se habló durante días, y ahora parece que la actriz de 35 años busca repetir esta hazaña, aunque esta vez inclinándose a la tendencia gótica.
Y es que en la previa al evento Megan llegó portando un vestido negro muy elegante con toques atrevidos como una abertura en la pierna que llegaba hasta su cadera, corte strapless y un escote en V que llegaba casi hasta su cintura.
Sus brazos estaban cubiertos con guantes que tenían un diseño de flor a la altura de sus hombros, además también pudimos notas su anillo de compromiso, sin embargo nos genera duda en la forma que cómo lo retiró de su dedo, puesto que fue diseñado para causarle dolor si se lo quitaba. ¿Cómo lo habrá conseguido.
El modelo del vestido pertenece al diseñador estadounidense David Koma, quien anteriormente ha hecho uso de estas arriesgadas aberturas y los motivos florales en sus creaciones. A este dramático y sofisticado vestido le sumó zapatos de plataformas altas.
Por otro lado su melena lució lacia, con flequillo y un tono de negro bastante oscuro que dramatizaba más su look del día. Megan también recurrió al delineado en sus ojos para hacer mayor énfasis a su mirada y para los labios optó por un lipstick nude.
En tanto que su prometido, Colson Baker, nombre real de Machine Gun Kelly, portó un traje negro con blazer cropped y camisa con mucho brillo de por medio y una especie de estoperoles de picos a través de su silueta.
Su vestimenta para esta premiación luce coordinada, aunque la estrella de 'Transformers' logra robarse de nueva cuenta las cámaras por su impecable look, si bien en esta ocasión es un poco más discreta a lo que nos tiene acostumbrados, no deja de ser arriesgado.