Su amplia trayectoria como estilista, editor de revistas, director de producciones, creador de pasarelas y docente, entre otras facetas, ha llevado Luis Enrique Bolívar a trabajar de la mano con los talentos más destacados dentro de la industria de la moda en todo el país.
Importantes personajes como la top model Mariana Zaragoza, el diseñador Benito Santos, la empresaria Michelle Leaño y la directora Ana Lambarri, reconocen su nombre como una de las estrellas creativas que se ha encargado de revolucionar de manera memorable la manera del percibir la moda para siempre en Guadalajara.
Actualmente, genera ideas y conceptos, los comparte con sus alumnos y también los lleva a los sets, las pasarelas y en su propia piel, en cada paso que da por las calles de la ciudad.
Por: Michelle Freyría / Fotos: José Luis Sánchez / Estilismo: Juan Pablo Santoyo, Le Stile Maison / Maquillaje y peinado: Main Beauty Salon / Asistentes de estilismo: Isari Valdez y Sofía Salcedo / Moda: El Palacio de Hierro, Louder y Gran Vía / Locación: El Palacio de Hierro / Modelos: Xiomara Moreno para MM Runway, Kenia Martínez y Sarah Cano para Capital Model, Andrea González, Edsa Ramírez y Lizette Alférez para C Management, Mariana miramontes y cuauhtémoc ruvalcaba para roma model, Eric Leal para Et Model Management, Juan Pablo Santoyo.
¿Qué te llevó a interesarte en la industria de la moda, siendo un campo tan competitivo?
Siempre estuve cerca del mundo de la moda y la belleza en mi país natal y me gustaba, pero al momento de tomar la decisión de estudiar en la universidad, no lo tomé en cuenta, porque en aquel momento no se trataba de una carrera oficial y no quería convertirme en diseñador. Me gradué en Publicidad y luego en Comunicación en la Universidad Católica Andrés Bello; en ambas carreras, intenté orientar todo hacia la moda. Y cuando conocí la revista estadounidense Flaunt, entendí a qué quería dedicarme y logré trabajar en su versión para América Latina. Sigo en el medio en diversas áreas, y soy una persona completamente feliz.
En 20 años muchas cosas han cambiado en Guadalajara, ¿qué es lo que más te gusta de estos cambios en el mundo de la moda?
Desde que llegué a esta ciudad, me enamoré de ella y conseguí trabajar en el medio de la moda, gracias a los hermanos Lupercio y Sally Rangel, unos líderes en el sector, en gran parte los responsables de que esta urbe fuera conocida en el País como cuna de talentos, personas a quienes agradezco con el corazón el apoyo que me brindaron. En aquel entonces, emergía un movimiento de una nueva generación que estaba redireccionando la expresión de la moda y cada vez se ha ido consolidando aún más. He sido testigo de grandes cambios y por ello, me siento afortunado. Me alegra que sea algo indetenible. Nos falta mucho, pero existen creativos que apenas ingresan al medio o que están por hacerlo, y estoy seguro de que por ellos viviremos una evolución contundente, de acuerdo con los tiempos actuales y próximos.
¿Qué es lo que más extrañas de tu país?
Nunca se llena el vacío de no tener cerca a la familia y a las amistades. Reflexiono con respecto al ayer y me siento feliz y agradecido por todo lo vivido en Venezuela, siento orgullo, pero no soy una persona anclada al pasado; todo el tiempo estoy enfocado en el presente y el futuro, guardando en un lugar especial el recuerdo de los momentos que ya ocurrieron, pero aquí me siento afortunado y pleno. Me reconozco como venezolano de otra época, me siento completamente mexicano y también he experimentado sentimientos positivos muy profundos en otros lugares del mundo; seguramente continuaré teniéndolos.
Has trabajado con múltiples diseñadores, modelos y fotógrafos, ¿cuáles son las experiencias que más atesoras?
Haber sido editor de la revista Blink fue una experiencia grandiosa, tener los mejores y más talentosos compañeros, así como una fantástica dirección y amistad incondicional de Michelle Leaño Aceves. La libertad expresiva y creativa que nos brindó esa publicación es invaluable. También la experiencia colaborativa en CHIC en Grupo Milenio y su gente, haber conocido a gente inspiradora de relevancia mundial, a personas y empresas extraordinarias que han dado pasos importantes en la consolidación del sector de la moda en esta tierra, las colaboraciones en revistas internacionales como Elle Vietnam, Marie Claire Indonesia, Velvet Venezuela, etc. Haber podido diseñar la mitad de una colección para Benito Santos ha sido algo increíble, aleccionador y estoy más que agradecido con todo su equipo y con él por su confianza ciega hacia mi persona en todos los proyectos para los que me han invitado.
Además has compartido tu conocimiento por medio de la docencia, ¿cómo es el ser maestro y qué le compartes a tus alumnos?
Ser maestro es algo indescriptible, pero digamos que tienes el honor de recibir atención, confianza y amor de parte de personas que no están contaminadas, que son transparentes contigo, que te retan y que terminan convirtiéndose en tus grandes maestros, así como fuente absoluta de inspiración. Disfruto esa parte de mi trabajo como ninguna otra, intento orientarles con respecto al aprendizaje académico, pero también ofrecerles información esencial para la vida y el alimento del espíritu. Sin embargo, recibo lo mismo de su parte, entonces es un proceso educativo respetuoso, pero prácticamente sin jerarquías; es horizontal y bidireccional.
Además de vínculos laborales, este camino está rodeado de amigos y, en algunos casos de envidias, ¿cómo ha sido para ti?
La mayoría de las veces decido no enterarme de ese lado negativo que, por supuesto, existe en este medio; me refugio en mi hogar, familia, recuerdos, proyecciones, arte, comunidad UdeG, interior, familia mexicana, mascotas, socio, amigos y hasta en gente desconocida; así no siento el desagrado que produce aquello. Como ser humano, no soy perfecto, he cometido errores y he tenido sentimientos negativos. Por eso, cada día evalúo mis emociones y acciones, porque es fácil contaminarse. También me han hecho sentir desechable en la moda, pero tengo la habilidad de reinventarme constantemente, por lo que sigo vigente después de más de 20 años de trabajo, trabajo y más trabajo.
¿Cómo te ves en otros 20 años?
Me visualizo laborando de manera frecuente, quizá de una forma más selectiva, lleno de salud, voluntad y fuerza, con más canas y aún más feliz, porque cada nuevo día siempre es mejor que el anterior. Es hermoso haber tenido una infancia y una adolescencia sanas, llenas de dicha y prosperidad, pero hay que evolucionar para convertirse en un mejor adulto, en un ser humano más feliz, libre e independiente.
“La docencia y el amor que recibo de parte de mucha gente de la moda, es lo más sublime en mi vida profesional y alimenta mi vida personal”.-Luis Enrique Bolívar-