La moda nos puede llevar a otros mundos, tal como lo hizo la propuesta de Nicolas Ghesquière con Louis Vuitton en su nueva colección Crucero 2022.
Fue presentada cerca de París, sin público, y en un escenario único: el moderno complejo arquitectónico Ax Majeur conformado por doce columnas blancas de Saint-Christophe y un puente con arcos rojos.
El ingenioso paisaje donde se mezclaron agua, luz, viento, arena, hormigón, piedra y acero, fue perfecto para que la serie de nuevas piezas lograran reflejar esa energía que nos impulsa hasta el espacio exterior.
La apuesta optimista y positiva con estampados gráficos inspirados en los años 80 definen los diseños, teniendo como protagonistas a los colores blanco, negro, rojo y verde.
Para el diseñador, los estilismos que recorrieron la pasarela representan una armonía entre un mundo cercano y uno lejano donde no se necesita más que la creación como pasaporte.
La silueta estuvo presente en los grandes volúmenes en las mangas y faldas, así como el culto a los paisajes de ciencia ficción con los estampados a base de collage.
Además también se buscó transmitir optimismo a través de las originales y creativas formas de las prendas, además de por su puesto, por medio de las tonalidades elegidas.
Nicolas Ghesquière expresó la obsesión que mantiene por el espacio y todas las cosas intergalácticas con la fiel inspiración de la mujer que quiere conocer nuevos horizontes.
Imaginó los paisajes que podríamos atestiguar en el futuro de la humanidad llenos de una fantasía psicodélica y artística.
En esa misma dirección ha pintado el panorama andrógino y sin limitantes, por ello algunas de sus creaciones de alta costura rompieron con la delgada línea entre el feminismo y el machismo para lograr ese punto intermedio.