Jacqueline Kennedy Onassis se convirtió en un nombre familiar en el siglo XX. Como Primera Dama de los Estados Unidos, estuvo constantemente en el ojo público y se hizo conocida por su gusto superior y su estilo impecable que todavía se admira hoy en día.
Pero más allá de la superficie, Jackie fue una mujer motivada por derecho propio, haciendo una carrera por sí misma antes y después de sus matrimonios, e incluso ayudó a dar forma a la política estadounidense después de la muerte del presidente John F. Kennedy.
Jacqueline Lee Bouvier nació el 28 de julio de 1929 en Southhampton, Nueva York. Fue la primer Primera Dama que nació en el siglo XX y tenía solo 31 años cuando JFK asumió su cargo.
Trabajó en el Washington Times-Herald, donde fue promovida de recepcionista a fotógrafa. Sus deberes incluían hacer reportajes en la calle, haciendo preguntas a quienes encontraba fuera del periódico. Cuando estaba en la Universidad, Jackie fue contratada como interna en Vogue, pero sólo trabajó ahí por un día. Supuestamente su editor le dijo que renunciara porque creía que trabajando arruinaría sus planes de matrimonio.
Y antes de conocer a JFK, Jackie estaba comprometida en 1952. Pero ese mismo año, la jovencita conoció al futuro presidente. La atracción y el amor fue instantáneo, y no tardaron más que unos meses para casarse.
Cuando se convirtió en Primera Dama, no sólo cautivó al público con su inteligencia, sino también por su estilo de moda, y por eso recordaremos sus looks más icónicos, en los pocos años que estuvo al lado de JFK en su presidencia.
Marcando tendencias antes de ser Primera Dama
Conocida por su estilo elegante, pero simple, la ex primera dama fue objeto de mucha atención de los medios a lo largo de su historia. Durante su tiempo en la Casa Blanca, y en los años posteriores, popularizó algunas de las tendencias más reconocibles de los años 60 y 70, incluidos sombreros, abrigos y vestidos sin tirantes.
En su boda, utilizó un vestido de falda completa, una de las principales tendencias en la moda nupcial de los años 50.
El Tour de la Casa Blanca de Jackie
De 1961 a 1963, la primera dama encabezó varios proyectos para restaurar, renovar y preservar todas las salas públicas de la Casa Blanca.
El trabajo de restauración histórica de Jackie la catapultó a un nuevo nivel de fama después de que CBS emitiera un tour televisado de la Casa Blanca restaurada en el Día de San Valentín en 1962. El programa le valió un Emmy a la Primera Dama, y su atuendo rojo (que no puede verse por la transmisión en blanco y negro) se volvió uno de los más icónicos.
Un Christian Dior en rosa, su color favorito
La primera dama complementó el vestido de Dior sin tirantes con largos guantes blancos, una horquilla para el cabello brillante, un pequeño bolso dorado y aretes colgantes. El rosa era uno de sus colores favoritos, y desde entonces se veía que tenía un gran gusto hacia los accesorios, especialmente los guantes y los collares de 3 vueltas.
Marcadas tendencias en abrigos
Cuando JFK fue elegido como el 35 ° presidente de los Estados Unidos, Jackie se veía elegante con un vestido de abrigo beige, un sombrero de pastillero Halston y guantes hasta el codo, un conjunto que se convertiría en una gran tendencia en los años 60.
Diseñado por Cassini, el sencillo abrigo de lana presentaba toques de alta costura parisina en su silueta de línea A. La chaqueta también canalizó el glamour de Hollywood a través de sus bolsillos y botones de gran tamaño.
El atuendo que pasó a la historia
Desafortunadamente, uno de los atuendos más icónicos de la ex Primera Dama, es el conjunto que utilizó el día del asesinato de su marido. Ese día, el 22 de noviembre de 1963, Jacquie llevaba un saco, falda y sobrero de color sosa, así como guantes blancos.
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