La industria de la moda no solo es conocida por su creatividad y constante evolución, sino también por su significativo impacto ambiental. Uno de los mayores problemas es la cantidad de dióxido de carbono (CO2) que se produce durante la fabricación de ropa, pero ¿cuánto CO2 se genera en este proceso? y ¿cómo afecta al planeta?
Aunque no lo creas, la ropa que usamos está directamente relacionada con el estado actual del planeta, por lo que a la hora de hacer cualquier elección de ropa, debes tomar las mejores decisiones con el fin de impactar lo menos posible de manera negativa.
Producción de CO2 en la industria textil
La producción de ropa es un proceso complejo que involucra varias etapas, desde la obtención de materias primas hasta la manufactura y el transporte. Cada una de estas etapas contribuye a la emisión de CO2.
Según estudios recientes, la industria textil es responsable de aproximadamente el 10% de las emisiones globales de carbono, superando incluso a la aviación y al transporte marítimo combinados.
Esto se debe a diferentes aspectos que se realizan en el proceso de la producción:
- Obtención de materias primas
La producción de algodón, por ejemplo, requiere grandes cantidades de agua y pesticidas, que a su vez generan emisiones de CO2. Los textiles sintéticos, como el poliéster, se derivan del petróleo y su producción es altamente intensiva en carbono.
- Procesos de manufactura
Las fábricas textiles utilizan una gran cantidad de energía para tejer, teñir y terminar las telas. La mayor parte de esta energía proviene de combustibles fósiles, lo que incrementa significativamente las emisiones de CO2.
- Distribución
La ropa se produce en diferentes partes del mundo y se transporta a través de largas distancias para llegar a los consumidores. Este transporte, ya sea por aire, mar o tierra, contribuye de manera importante a la huella de carbono de la industria
Efectos del CO2 en el planeta
El aumento de las emisiones de CO2 tiene consecuencias devastadoras para el medio ambiente. Este gas de efecto invernadero atrapa el calor en la atmósfera, contribuyendo al calentamiento global y al cambio climático.
El incremento en la temperatura global está provocando el derretimiento de los glaciares y el aumento del nivel del mar, lo que amenaza a las comunidades costeras y a los ecosistemas marinos.
Además, las emisiones de CO2 están relacionadas con el aumento de eventos climáticos extremos, como huracanes, sequías e inundaciones, que afectan tanto a las personas como a la biodiversidad.
Cabe mencionar que el CO2 se disuelve en los océanos, formando ácido carbónico, lo que lleva a la acidificación del agua. Esto pone en riesgo a las especies marinas, especialmente a los corales y a los organismos con conchas de calcio.
Alternativas sostenibles
A medida que la conciencia sobre el impacto ambiental de la moda crece, también lo hace la demanda de alternativas sostenibles. Algunas de las estrategias que se están implementando incluyen el uso de materiales ecológicos, como fibras naturales y orgánicas.
Un ejemplo de ello, es Blue Banana, quienes se distinguen por su compromiso con el medio ambiente, pues utilizan algodón orgánico y tintes naturales en sus productos.
Además, es una marca carbon negative, lo que compensa el doble de las emisiones de CO2 que su catálogo genera mediante la financiación de proyectos de energía renovable como el parque eólico Eurus en Juchitán, Oaxaca.
La nueva colección SW24 de Blue Banana trae consigo una explosión de color y sostenibilidad para el verano.
La campaña "Make it count" que acompaña este lanzamiento, es una celebración a quienes sienten una conexión especial con la naturaleza. A través de historias inspiradoras, Blue Banana empodera a su audiencia a vivir el momento y, ¡hacer que este verano cuente!
La fabricación de ropa tiene un impacto considerable en la emisión de CO2, contribuyendo al cambio climático y a otros problemas ambientales. Sin embargo, existen alternativas sostenibles que pueden ayudar a mitigar estos efectos.
La responsabilidad recae tanto en los fabricantes como en los consumidores para adoptar prácticas más sostenibles y reducir la huella de carbono de la industria de la moda. Al tomar decisiones informadas, podemos contribuir a un futuro más verde y saludable para nuestro planeta.