El uso de prendas a rayas se extendió a partir de la década de 1760, alcanzando un punto máximo años después, incluso los hijos de María Antonieta vestían con este estampado según algunas ilustraciones de la época.
Para algunas ocasiones se encontró una enorme carga política debido a la combinación de colores, pero las posibilidades se expandieron en el siglo 19 cuando el formato vertical fue un clásico en abrigos y vestidos de talle alto.
La mujer de Abraham Lincoln de nombre Mary Todd Lincoln portó uno de los más reconocidos, característico por ser en tonalidades blanco y negro, con flores magenta.
Esta estética en todas sus versiones, desde horizontales o verticales, direcciones, formas y colores, llegó para ser una de las protagonistas de esta temporada, por eso te decimos cómo puedes llevarlo.
Combinaciones
Uno de los secretos es buscar la conjunción con otros estampados, colores o texturas que contrasten.
Si lo coordinas con otras rayas crearás un aire sofisticado y original, pero será importante que sean en diferentes escalas ya sean más anchas o más finas, llevan este último en la zona del cuerpo que se quiere disimular.
Las reglas para optar por flores o lunares es que sean diseños simples donde se repitan los colores en ambos géneros, esto para que no se vea demasiado cargado.
Efectos
La idea de que las rayas horizontales te hacen ver más ancha es cierta, pero si conciertan con la estructura corporal pueden estilizar muy bien.
Otra alternativa para precisar la figura es recurrir al recurso de una sola línea vertical a lo lago de tu vestido o abrigo ya que, a la vista, la atención no se centrará en un solo punto determinado.
Ahora una diagonal tiene como ventaja remarcar más el talle y las curvas, pero elige cuidadosamente en que parte se ubicará y que tan fijas al cuerpo estará.
Básico será sentirse segura y cómoda contigo misma, jamás te pongas algo que no te gusta cómo luce, lo importante es animarse a probar, innovar y buscar realmente lo que nos gusta.