En las últimas décadas el concepto de belleza ha cambiado conforme la sociedad evoluciona, y los elementos que la integran como el maquillaje, los peinados y los tipos de cuerpos han influido en esto.
Celebridades como Brigitte Bardot fueron muy querida por los años 50 o 60 por sus peinados icónicos, que en estos tiempos ya no son tan atractivos, así como por sus labios gruesos, su vestimenta y desnudos.
Muchas otras celebridades han servido de inspiración a la hora de solicitar un cambio estético, tal como Marilyn Monroe y Catherine Deneuve de quien pedían a los cirujanos plásticos tener sus facciones casi perfectas.
El cirujano Julian De Silva del Centre for Advanced Facial Cosmetic and Plastic Surgery en Londres, contó para una publicación que lo que más le piden sus pacientes son los pómulos de Angelina Jolie, los labios de Penélope Cruz y los glúteos de Jennifer Lopez.
A continuación te presentamos los rostros más lindos de cada época de la historia, décadas tras décadas, y algunas de las tendencias que predominaron.
Del pasado
Nefertiti reinó en Egipto hace más de 3.300 años, una legendaria mujer que aún hoy sigue fascinando al mundo por sus ojos almendrados, pómulos prominentes y elevados y labios sensuales y delicados.
Características que se han dado a conocer gracias al estudio de los relieves e inscripciones tallados en bloques de piedra caliza, así como de las interpretaciones que los artistas hicieron de las estatuillas y bustos.
Antes del siglo XX
Aunque hoy en día sería vista como una mujer poco atractiva, la imagen de La Mona Lisa, el famoso cuadro de Leonardo Da Vinci, era ejemplo de gracia femenina, una de las mayores inspiraciones de los artistas a la hora de crear sus obras.
El retrato siempre ha cautivado a los expertos de todo el mundo del arte por su enigmática belleza que se ve reflejada en la delicada pose y la media sonrisa que presenta.
Periodo Isabelino
No se considera una buena época para la apariencia de la mujer pues, tratando de imitar la poderosa y dura monarca Isabel I, se depilaban las cejas y el comienzo del pelo para hacer la frente más ancha.
Además de esto se teñían el cabello de rojo vivo y buscaban un rostro pálido con el uso de cremas blancas que, en muchos casos, tenían ingredientes venenosos.
Imagen barroca
Nos vamos a Francia del siglo XVIII cuando la imagen de la mujer era tan femenina y barroca como su reina María Antonieta quien usaba complicados vestidos en colores pastel, exceso de joyas, enormes pelucas, maquillaje en tonos rosados y lunares falsos.
Jamás hacían ejercicios por lo que sus cuerpos pueden ser descritos como nada atléticos y con figuras flácidas.
En la corte
Para la época del Imperio Napoleónico las mujeres se liberaron y mostraron los senos como nunca antes en su pasado, proyectando sensualidad con transparencias y modelos atrevidos.
Napoleón gustaba de ver en su corte mujeres semidesnudas, y los tratamientos de belleza se hicieron populares, tal como lo demostró la emperatriz Josefina, adicta a las mascarillas de aceite de coco.
Años 20, 30 y 40
Mujeres voluptuosas de acentuados glúteos y cinturas pequeñas, irreverentes y coquetas al máximo fueron las protagonistas, como la bailarina y modelo Evelyn Nesbit.
En Broadway las famosas chorus girls neoyorquinas del Ziegfeld Follies establecieron nuevos conceptos de belleza con un corte el pelo casi como los hombres, cejas muy finas y labios rojos y bien delineados.
Bailaban con furia, rapidez y pasión el charlestón, lo que provocó que las mujeres se ejercitaran más y comenzaran a desear estar en forma.
En la pantalla grande aparecían Rita Hayworth y Katharine Hepburn, quienes ponían el ejemplo con sus estilos y las melenas pelirrojas.
Años 50
Época de oro donde casas de moda como Balenciaga, Dior y Chanel definían la imagen de las mujeres de ese tiempo.
Fue el mejor momento de Elizabeth Taylor, su ex esposo decía que era la más bella del mundo a pesar de que tenía demasiado pecho, el talle alto y las piernas cortas.
Por otra parte Audrey Hepburn llegó para convertirse en una de las mujeres más admiradas del mundo ya sea por sus vestidos negros Givenchy, cuerpo delgadísimo y elegante, cejas gruesas, ojos grandes y sonrisa genuina y cálida.
Las rubias que destacaron fueron Grace Kelly, Marilyn Monroe y Brigitte Bardot, amadas y admiradas por su gracia y gran atractivo.
Estilo chic
En los 60 Jackie Kennedy fue símbolo de elegancia chic, pese a tener el rostro cuadrado, cabellos oscuros y ondeados, ojos bastante pegados a la nariz y dientes un tanto irregulares, la imagen que proyectaba era perfecta.
Años 70 y 80
La actriz y modelo Marisa Berenson era una de las más adoradas por los fotógrafos Richard Avedon y Helmut Newton, además Yves Saint Laurent y Halston peleaban para que llevara sus creaciones
Impactaban sus ojos verdes-grises, sus cabellos rizados naturales y la forma cómo se movía.
Para los 80 mujeres impactante como la modelo Somalí Iman, de casi 1.80 metros de altura, y la cantante Grace Jones impusieron looks en el ámbito de la moda y la música.
No podemos dejar fuera a la Princesa Diana de piel rosada y tersa, sonrisa genuina y quien se ganó a todos con su simpatía.
Irreverencia
Los cánones de la belleza se modificaron radicalmente con la introducción a la industria de Madonna, quien transformaba su look cada día, desafiando a todos con su original ropa o cambios de colores de pelo.
Las súper modelos Claudia Schiffer, Naomi Campbell, Helena Christensen, Christy Turlington y Elle MacPherson, y la belleza de actrices, como Jennifer Aniston y Angelina Jolie, influyeron fuertemente en los 90.
Siglo XXI
Ya no hay reglas a seguir, todo está permitido y una gran ayuda es el retoque digital que puede hacer lucir a todas bellas y perfectas.
Ahora las bellezas son cantantes, actrices, modelos, socialités y algo totalmente nuevo, las blogueras y reality stars como las multimillonarias hermanas Kardashian Jenner.
No siguen reglas, sino que las crean, se cambian el color del pelo, se aumentan los pechos o se hacen tatuajes ¡sin pensarlo dos veces!, como es el caso de Paris Jackson y Lady Gaga.
Ahora nos percatamos que la belleza fue cambiando sin parar y su última gran revolución está ocurriendo en este momento, en el celular y a través de las redes sociales: el irreversible empoderamiento que trajo la masividad del feminismo.