Bella Hadid ha pasado a la historia de la moda gracias a su emblemática participación en el Paris Fashion Week, la modelo fue parte de un icónico momento de la mano de la firma parisina Coperni cuando se creó un vestido en vivo y frente a los asistentes hecho de pintura.
En la Semana de la Moda en París se han vivido memorables momentos, pero ninguno como el que este mancuerna nos ha regalado y que se ha vuelto todo un espectáculo para amantes de la moda y también para aquellos que son ajenos a las pasarelas.
La casa de moda presentó lo que veremos en sus colecciones de la próxima temporada y justo para cerrar el fashion show, Bella Hadid apareció para apoderarse de la atención de todos. Usando solamente un bikini color nude y unas zapatillas de tacón, la modelo caminó cubriendo su pecho solamente con su brazo para posteriormente comenzar a teñir su piel.
La pintura en realidad no era una tinta cualquiera, sino un spray con partículas de algodón que al entrar en contacto con la piel se endurecen y se convierten en una textura semejante a la tela para así poder confeccionar el vestido en vivo. Un revolucionario invento del modisto español Manuel Torres que llama Facrican.
Una vez que se formó la tela sobre el cuerpo de Bella, una modista subió al escenario para crear con sus propias manos un escote recto con un dobles en los hombros para dar un elegante efecto off shoulder. Además creó una pronunciada abertura en la falda con unas tijeras para dar un toque atrevido a la prenda.
Coperni se ha robado por completo el Paris Fashion Week con la ayuda de Bella, una de las modelos más influyentes en la moda y más destacada de los últimos años.
Sébastian Meyer y Arnaud Vaillant, los creativos de la marca, han hecho un trabajo impecable sobre la pasarela provocando que el mundo voltee a ver este revolucionario invento.
Aunque no es la primera vez que vemos teñir un vestido en una pasarela, recordemos que Alexander McQueen lo hizo en 1999, sin embargo sí es la primera vez que se crea en vivo y se confecciona.
No cabe duda que Coperni y Bella nos han regalado uno de los momentos más icónicos en la historia de la moda que serán difíciles de superar, pero sobre todo de olvidar.