Fue un carrusel de emociones lo que representó la primera serie de Manolo Caro y el inicio de actores como Darío Yazbek, además del regreso de Verónica Castro. La casa de las Flores fue una entretenida historia que mezcló una crítica a la sociedad, a los cánones y tradiciones, al racismo, la homosexualidad y los géneros.
Qué divertidos fueron, además, los números musicales de drag queens y lo viral que se volvieron personajes como el de Cecy Suárez en su papel de Paulina de la Mora. Tras tres temporadas, la serie termina con una película, misma que para Aislinn Derbez, quien interpretó a Elena de la Mora, fue una sorpresa. “Estoy muy feliz de que se haya hecho y nos volvieron a decir que ahora sí es lo último que se va a hacer, pero uno nunca sabe”, dice.
En esta película vemos una gran evolución de todos los personajes... ¿Qué dirías que el público se puede llevar de esta última entrega, Aislinn?
“Es un reflejo de que todas las familias son disfuncionales, de que en muchas hay secretos fuertes, misterios por resolver y que siempre hay drama y caos, pero que al mismo tiempo siempre hay un amor profundo, un algo que hace que las familias se vuelvan a unir”, platica.
Y justo Aislinn sabe mucho de eso. Con la filmación de la segunda parte de la serie De viaje con los Derbez, la actriz tuvo que abandonar las grabaciones en un punto e, incluso, en un capítulo rompe en llanto.
“Sí, las dos son familias medias locas, disfuncionales y muy divertidas, pero con mucho amor”, agrega riendo.
En estos cuatro años que duró el proyecto, Aislinn pasó por el nacimiento de su hija Kailani, un mediático divorcio de Mauricio Ochmann y un acercamiento profundo a la meditación y otras disciplinas que, además, la llevaron a crear su podcast La magia del caos.
“He reafirmado que los cambios profundos comienzan zan de adentro hacia fuera. Cuando tú haces el trabajo interno necesario, lo que está en el exterior se empieza a mover.
Llegué a la conclusión de que los problemas no están allá afuera en la calle, sino dentro de mí y soy la única responsable de resolverlos. Por eso creo que tenemos que ser cuidadosos con verdaderamente hacernos cargo de nosotros mismos y de nuestras emociones, sin embarrar a los demás”, me platicó anteriormente sobre este tema.
Lo que más agradece la hija de Eugenio Derbez de este proyecto es la internacionalización. La casa de las Flores fungió para todos los involucrados como una catapulta, pues en el mes de estreno de su primera temporada tuvo una audiencia de 7.4 millones de personas y fue la serie número uno en España, Argentina, Colombia y México. Superó incluso a la serie sobre Luis Miguel.
“Fue una aventura muy grande e importante en mi carrera. Hice amistades profundas con el elenco. Manolo sabe trabajar de una mane- ra fluida, donde los actores podemos disfrutar el proceso. Con figuras como Vero Castro y Angélica María aprendí muchísimo de su talento. Lo que más me dio ilusión es que hicimos un proyecto que ayudó a que nos vieran en todo el mundo. Nunca me había tocado algo tan global”, agrega.
La casa de las Flores fue justo uno de los pilares para la gran inversión que Netflix planea en México.