Muchos internautas han sabido encontrar el lado cómico de algunas actitudes negativas que para nada son maternales y que, más allá de dar risa, son preocupantes.
¿Qué es una mamá almendra o almond mom?
Es aquella mamá que se obsesiona con el cuidado de la alimentación y peso de sus hijas, una actitud que puede llegar a ser dañina por los valores que transmite, las críticas constantes, los comentarios hirientes, las exigencias excesivas y el body shaming.
Este término se popularizó debido a una recopilación de videos de la modelo Yolanda Hadid, conocida como la mamá de Gigi y Bella Hadid, mientras participaba en el programa The Real Housewives of Beverly Hills, en el que hacía comentarios negativos sobre el cuerpo de Gigi como que era muy grande y voluminoso, que comía como hombre y la alimentaba solo de almendras.
Lo más preocupante de todo es una escena en la que Gigi llama a su madre quejándose de que se siente muy débil después de haber comido solo media almendra en todo el día. La respuesta de su madre fue que se comiera un par de almendras y las masticara muy bien.
Podrían desarrollar un TCA
El tener una mala relación con nuestra propia imagen puede ocasionar que centremos todo nuestro valor como personas en la apariencia física, por lo que es fácil someterse a dietas excesivas, desnutrición o problemas graves como la anorexia o la bulimia.
Las personas que lo padecen muestran una preocupación excesiva por no engordar, a pesar de que su peso sea normal o muy por debajo de lo normal.
Además de que la delgadez extrema, tan deseada y aplaudida por las mamás almendra, provoca problemas físicos como desnutrición, debilidad y agotamiento; también puede causar problemas en la salud mental como la depresión, la ansiedad, el estrés, trastornos obsesivos compulsivos o dificultad para dormir.
Es necesario trabajar en cambiar estos patrones en la sociedad, abrazar la tendencia del body positive y admitir que la aparición de la celulitis, las arrugas, las estrías o la grasa localizada en según qué zonas es, simplemente, la evolución natural del cuerpo humano.
¿La solución?
A pesar de las generaciones anteriores, los adolescentes y veinteañeros no les da miedo hablar y decir lo que piensan, y eso es un gran paso. Normalizar el establecer límites y tener conversaciones sobre salud mental es el primer paso para desmontar estos patrones tan dañinos y arraigados.
Una recomendación para los padres que están preocupados por la salud de sus hijos, es poner el foco en una dieta saludable, en la que toda la familia pueda disfrutar de todo tipo de comida de forma equilibrada, combinándola con deporte y unos hábitos saludables, más allá de centrar la atención en la imagen o en el cuerpo.