Durante la charla que tuvimos con nuestra amiga Amparo Espinoza se nos hizo una invitación a hacer consciencia de la influencia que tuvo la alimentación durante los primeros años de tu vida en los productos que prefieres consumir hoy en día y sobre todo en el patrón alimenticio que estás formando en tus hijos.
Si quieres que tus hijos gocen de una buena salud en su etapa adulta debes cuidar los alimentos que están consumiendo hoy y sobre todo el ejemplo que les estás dando.
Los niños aprenden con tu ejemplo, exactamente igual que tú replicas las conductas alimenticias de las personas que estuvieron cerca de ti en tu infancia.
Desde la lactancia, la mamá juega un papel crucial en el patrón alimenticio de los hijos y por lo tanto cae en ella la responsabilidad de elegir opciones saludables, balanceadas y adecuadas para cada hijo.
Toma unos segundos para reflexionar sobre tu patrón alimenticio, ¿Comes frente a la computadora o en el carro? ¿Disfrutas tus alimentos? ¿Preparas tus alimentos? ¿Qué comes cuando estás feliz o triste?
Esta relación que tienes con los alimentos, sin darte cuenta está formando el patrón alimenticio de tus hijos; si ellos no te ven comer u observan que comes a prisa y sin atención al acto de comer, seguramente en su etapa adulta replicarán estas acciones.
Aprovecha este tiempo en casa para preparar un platillo en familia, para establecer horarios y diseñar un menú con la aportación de todos los miembros de la familia; regálense este tiempo juntos para disfrutar de una comida en el comedor principal, con un parte hecho en casa, una buena platica y tiempo de calidad en la sobremesa.
Rescata esos buenos hábitos alimenticios que formaste en tu niñez y reestructura aquellos que no son tan saludables, para que el patrón alimenticio que formes en tus hijos mejore su calidad de vida y les permita gozar de una vejez feliz.
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