Una experiencia familiar a la luz del danzón

ESTILO DE VIDA

Julián Gómez es un abuelito amante del danzón, quien junto a su esposa Elizabeth Vallejo han logrado contagiar a sus nietas por esta pasión, hoy en día lo comparten y motivados invitan a las personas a practicarlo

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Danzón , tradición con ritmo

El danzón se ha manifestado como una expresión del arte, un ritmo que ha acompañado a nuestros padres y abuelos durante su juventud y que para muchos ha sido parte actual de su vejez. Julián Gómez Abrajan es un señor jubilado, abuelito de Sofía y Zaira Camino quien desde hace varios años comenzó a llamarle la atención el danzón, mientras que a su esposa la señora Elizabeth Vallejo le gustaba observar a las personas mayores bailarlo en la plazuela de la concha acústica de los portales, en el centro de Toluca.

Fue así como Eli se animó a bailarlo, aprendiendo pasos básicos y dedicando sus tardes de cada jueves para disfrutarlo, tanto; que al paso del tiempo decidió integrarse a un grupo de jubilados que practicaban un danzón más formal, académico y de exhibición, dirigidos por el célebre maestro Armando Sánchez Rafael, mejor conocido como El suavecito. “En mi caso, hubo un elemento detonador que motivó mi interés hacia el danzón, solo bastó con que asistiera a una muestra nacional realizada durante el 2015 en el Puerto de Veracruz, al observar cómo bailaban, su desenvolvimiento en el escenario, la emoción y la elegancia de las parejas hizo que naciera en mí un gusto particular para ejecutar este ritmo”, comentó Julián.


Se volvió tan apasionante para ellos que él y su esposa ya no solo lo practicaban los martes y jueves, sino la mayor parte de su tiempo libre. “De tanto vernos ensayar a mi nieta Sofia le entró la curiosidad por querer comenzar a practicar sus primeros pasos, al principio le daba pena pero poco a poco se fue convirtiendo en una necesidad y actividad placentera para ella”.


Sofía llegó a asumir el liderazgo del grupo, lo cual fue muy aplaudido y reconocido por todos. En ese entonces no solo los abuelitos participaban en muestras nacionales y exhibiciones en toda la república, ya que Sofi se unió a la aventura con orgullo al Estado de México. Poco a poco integrantes de la familia se fueron integrando al verse contagiados por este maravilloso género de música dancístico.


Ahora las hermanas Zaira y Sofi bailan con mucha pasión participando en exhibiciones en diferentes teatros alrededor de la república como Guanajuato, Monterrey, Veracruz, Acapulco, San Luis Potosí, Guadalajara, Tlaxcala y Puebla. Además han tenido la oportunidad de bailar al compás de la Danzonera Acerina, Felipe Úrban, José Casquera, El Chamaco Aguilar y Danzonera México.

“Algo que es importante destacar, es que el hecho de ser unas jovencitas no les ha impedido convivir con personas mayores, ya que el baile de danzón ha sido el puente más idóneo para establecer una excelente relación entre juventud y madurez. Quedando demostrado con esto, que el danzón no es un género que bailen solamente los viejitos, como algunos dicen peyorativamente, pues es un género vivo” expresó Julián.


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