Es natural que te preguntes ¿cuál es el propósito de tu vida? O ¿cómo puedes encontrarlo? Para ello, existe una técnica japonesa llamada Ikigai que podría ayudarte con esta misión.
El término Ikigai nació en la cultura Okinawa y se compone de dos palabras japonesas: iki, que se refiere a la vida y kai, que significa “la realización de lo que uno espera o desea”.
El objetivo del Ikigai es descubrir tus dones y talentos, para lo que tú eres bueno, disfrutas hacer y además aporta algo bueno al mundo, ahí es donde está la “razón de ser de cada persona”, según esta técnica.
Para acercarte a tu propósito debes contestar con mucha sinceridad las preguntas que te hace el Ikigai en donde se une tu pasión, misión, vocación y profesión.
- Pasión: ¿Qué te amas hacer?
- Profesión: ¿En qué eres bueno?
- Vocación: ¿Por talentos podrían pagarte?
- Misión: ¿Qué puedes ofrecer al mundo?
Justo en el punto donde todas estas cosas se unen se encuentra el Ikigai.
¿Cómo crear tu propio Ikigai?
En un papel dibuja cuatro círculos. En uno de ellos escribirás lo que amas, en otro lo que se te da bien, en el siguiente menciona lo que sabes hacer y podrían pagarte por ello, y en el cuarto especifica qué cosas podrías aportar al mundo.
Si bien, esta técnica podría ayudar a muchos jóvenes para elegir su carrera y seleccionar alguna que le apasione, lo haga feliz, aporte algo al mundo y además le paguen, también podemos realizar el Ikigai en cualquier momento de la vida para darle un nuevo rumbo que nos haga felices considerando estos cuatro pilares fundamentales para acercarnos a nuestro propósito.
Te recomendamos hacer este ejercicio de introspección, si tienes duda en alguna pregunta no dudes en consultar a tus familiares o amigos cercanos, quienes podrían ayudarte a ver algún talento que quizá no has notado en ti mismo.