En las primeras horas del día, mientras la mayoría de la gente en México aún reposaba bajo el manto de la noche, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), parte de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), liberaba su reporte diario que absolutamente nadie esperaba. Y es que, el Huracán Otis, con una furia impresionante, se avanzó de una tormenta tropical a ser un huracán de categoría 5 en 12 horas.
Afortunadamente, el fenómeno meteorológico actualmente ya se degradó mientras acechaba las costas de Acapulco, Guerrero. Sin embargo, en conjunto con la llegada del frente frío número 7, gran parte de México espera lluvias torrenciales, inundaciones y bajas temperaturas. ¿Estás bien preparado?
La llegada del huracán Otis a México
Como es costumbre, la Comisión Nacional del Agua no solo proporciona información sobre la magnitud del huracán, sino también pronostica sus efectos. Y en este caso, no se trataba de un pronóstico que pudiera tomarse a la ligera. El miércoles 25 de octubre de 2023, Otis dejaría su huella, trayendo consigo lluvias torrenciales en Guerrero, así como lluvias muy fuertes a intensas en Oaxaca.
Pero no se detendría allí, extendiendo sus brazos hacia Michoacán, Estado de México, Morelos, Puebla y Oaxaca, donde se esperan chubascos y precipitaciones fuertes a lo largo del día.
La llegada de Otis recordaba a los residentes de México lo impredecible que puede ser la madre naturaleza. Solo unos días antes, el huracán Norma había azotado el extremo sur de la península mexicana de Baja California. México, a menudo ubicado en la zona de huracanes, se encuentra en constante alerta durante la temporada de huracanes, que generalmente se extiende de junio a noviembre.
¿Cómo afecta el frente frío 7 en México?
Mientras Otis continuaba su avance amenazante, otras condiciones meteorológicas también han afectado nuestro territorio. El frente frío número 7, que se desplaza sobre el norte del país, estaba destinado a interactuar con varios factores atmosféricos.
Este fenómeno prometía traer lluvias puntuales muy fuertes a Sonora, Chihuahua y Sinaloa, mientras que Coahuila y Durango experimentarían lluvias fuertes. El Nuevo León, Tamaulipas y San Luis Potosí podían esperar chubascos, y zonas como Baja California Sur y Zacatecas podrían ver lluvias aisladas.
Como si no fuera suficiente, se esperaban ráfagas de viento en la región, alcanzando velocidades de 40 a 60 km/h, lo que podría resultar en tolvaneras en Durango, Nuevo León y Tamaulipas. Además, en regiones de Sonora, Chihuahua y Coahuila, existía la posibilidad de formación de torbellinos. El descenso de temperatura sería otro factor, lo que agregaba un elemento de incertidumbre en medio de las otras amenazas meteorológicas.
La situación no era menos grave en el sureste del país, donde un canal de baja presión se ubicaba, y la humedad del Golfo de México y del Mar Caribe se combinaba para producir lluvias puntuales fuertes a muy fuertes.
La corriente en chorro subtropical y otro canal de baja presión en niveles medios y altos de la atmósfera sobre el norte de México, en conjunto con una línea seca en el norte de Chihuahua y Coahuila, generaba lluvias puntuales fuertes y rachas de viento con posibles tolvaneras en los estados del noreste del territorio. Además, la formación de torbellinos en zonas de Coahuila era una preocupación.
Las lluvias, en particular, eran una fuente constante de inquietud, ya que podrían desencadenar deslaves, encharcamientos e inundaciones, lo que a su vez afectaría la visibilidad en carreteras y caminos. El aumento de los niveles de ríos y arroyos a menudo seguía, y las comunidades costeras debían estar alerta.
El panorama climático se completaba con variaciones de temperatura. Las zonas serranas del noroeste y norte del país experimentarían un ambiente frío por la mañana, mientras que las costas verían un clima cálido, llegando a ser caluroso en ciertas zonas del noreste del país y del norte y suroeste de la Península de Yucatán.
El pronóstico no mostraba signos de mejora a corto plazo. El jueves, un canal de baja presión se extendería sobre el sureste del país, lo que se combinaría con el flujo de humedad del Océano Pacífico, el Golfo de México y el Mar Caribe para provocar lluvias fuertes a muy fuertes en las regiones mencionadas.
Las lluvias intensas podrían afectar a Veracruz, Oaxaca y Chiapas. Al mismo tiempo, los remanentes de Otis continuarían influyendo en el clima del país, dejando chubascos y lluvias fuertes en el centro y sur de México.
El viernes, la zona de baja presión con probabilidad de desarrollo ciclónico se dirigiría al sur de las costas de Chiapas, y se combinaría con un canal de baja presión que se extendería sobre el sureste de México. Esto traería consigo la probabilidad de lluvias muy fuertes en esta región, así como rachas fuertes de viento y oleaje elevado en las costas de Chiapas y Oaxaca.
Además, se esperaba que un canal de baja presión en el norte del país y el flujo de humedad del Océano Pacífico, el Golfo de México y el Mar Caribe trajeran chubascos y lluvias puntuales fuertes en el norte, noreste, centro y occidente de México, así como en la Península de Yucatán.
El fin de semana no prometía un respiro, con la zona de baja presión de posible desarrollo ciclónico acercándose a las costas de Oaxaca y las condiciones climáticas permaneciendo inestables en otros lugares del país.
¿Lo sabías?
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