El té de jengibre se ha utilizado durante siglos para condimentar alimentos y tratar dolencias. Tiene más propiedades y beneficios de los que te imaginas, pero ¿alguna vez lo has utilizado por el bien de tu salud?
El jengibre es originario de Asia; es una planta con flores de la familia Zingiberaceae. Su raíz, o tallo, agrega sabor a muchos tipos de cocina, pero también es un antiguo remedio herbal para una gran cantidad de problemas de salud. De hecho, el té de jengibre puede ayudar casi con todo; desde las náuseas, hasta la prevención del cáncer.
Debido a que es rico en compuestos que promueven la salud, como la Vitamina C, aminoácidos y varios minerales como calcio, zinc, sodio, fósforo y más, el té de jengibre seguro te ayudará con los siguientes síntomas:
Mareos
El té de jengibre puede aliviar la cinetosis, o los mareos por movimiento, así como sus respectivos síntomas, como: náuseas, vómito y sudor en frío. Aunque no hay mucha investigación al respecto, es un remedio casero para los mareos en autos o barcos.
Náuseas
Algunos expertos creen que los componentes activos del jengibre (aceites volátiles y compuestos fenólicos llamados gingeroles) pueden ayudar a aliviar las náuseas causadas por el embarazo, la quimioterapia o cirugías.
Hay investigaciones que sugieren que este té podría ser una alternativa natural contra las náuseas que las mujeres, por el embarazo, no pueden tolerar los medicamentos normales.
Presión sanguínea y salud cardíaca
Investigaciones sugieren que el consumo del té de jengibre puede proteger al corazón. La raíz, en general, ayuda a bajar la presión, prevenir infartos, coágulos, aliviar la acidez, disminuir el colesterol y mejorar la circulación sanguínea.
Pérdida de peso y Control de azúcar en la sangre
Beber té de jengibre caliente aumenta la sensación de saciedad y reduce el hambre, por lo que se ha utilizado por muchos años como herramienta para la pérdida de peso.
Además, la raíz puede mejorar el control del azúcar en la sangre, la insulina y los triglicéridos en personas con diabetes tipo 2.
Problemas de dolor
EL jengibre se ha utilizado para tratar la inflamación durante siglos, y esta práctica tiene mucha evidencia científica que la respalde. En varios estudios se ha demostrado que ayuda a aliviar el dolor de las articulaciones y músculos, calambres, cólicos y más.
Apoyo inmunitario y prevención del cáncer
Se cree que los antioxidantes en el jengibre pueden ayudar a fortalecer el sistema inmunológico y reducir el estrés, especialmente si evitas estos alimentos que destruyen tu inmunidad. Además, el té puede ayudar a aliviar la congestión nasal y otros problemas respiratorios causados por el resfriado común o las alergias ambientales.
Investigaciones incluso han demostrado que el jengibre puede ayudar a prevenir el cáncer. Aunque se requiere mayores estudios al respecto, se ha analizado en cáncer de páncreas y han salido buenos resultados.
Receta
La receta del té de jengibre es relativamente simple. Para hacerlo en casa, sólo necesitas:
- 4 a 6 rodajas finas de jengibre crudo pelado
- 2 tazas de agua
- Jugo de la mitad de un limón
- Miel al gusto
Primero lava la raíz de jengibre. Luego pela y corta rodajas finas. Llena una olla mediana con 2 tazas de agua y coloca las rodajas de jengibre en el agua. Deja hervir durante 10 a 20 minutos, dependiendo de qué tan fuerte quieras tu té.
Retira del fuego, agrega el jugo de limón y miel al gusto, si así lo deseas.
También puedes hacer el té de jengibre con leche. Sólo tienes que hervir las rodajas de jengibre en 1 taza de agua durante 10 minutos, luego retirar del fuego y agregar 2 tazas de leche. Cocina a fuego lento durante 5 minutos y sirve.
Con información del Centro Nacional para la Información Biotecnológica o NCBI .
¿Alguna vez lo has preparado?