El ajo no solo es uno de los ingredientes clave en un sinfín de exquisitas recetas – y uno de los más ricos, aunque dures dos días con el olor en los dedos- también es un gran aliado para tu salud, y qué mejor que tener una fuente infinita en una maceta para disfrutar de sus beneficios de forma orgánica. Te decimos cómo sembrar ajo de la forma más fácil y con tan solo una maceta en casa.
Cómo sembrar ajo en una maceta
1. Lo primero será conseguir ajo orgánico, ya que no solo es mejor para tu salud sino que será más sencillo de cultivar pues el ajo común de supermercado suele estar tratado con químicos que le impiden germinar de la manera correcta.
2. Una vez que tengas los ajos orgánicos, asegúrate de encontrar una maceta adecuada. Lo más recomendable es una de estilo jardinera, incluso puedes crear una casera con una botella de plástico de 8 litros. Lo siguiente será rellenarla del sustrato, es decir de la tierra. El ajo suele aceptar casi todos así que con uno universal que no se compacte mucho será suficiente.
3. Remueve la primera capa de una cabeza grande de ajos y sin separarlos colócalos en una botella de plástico llena de agua a la que previamente le hayas cortado la boquilla. Encaja de manera que las raíces queden en contacto con el agua. Tomará entre 7 y 15 días para que broten nuevas raíces y germinen. Durante el proceso deberás rellenar de agua si esta va bajando.
4. Una vez que haya germinado la cabeza de ajos, elige los mejores (que suelen ser los del exterior de la cabeza) y plántalos en la jardinera con a unos 5 centímetros de profundidad, y a unos 10 centímetros de distancia entre sí. Asegúrate que la punta del tallo quede por fuera. Riega con abundante agua.
5. Tardarán alrededor de seis meses en crecer. Riega tu maceta cuando el suelo se sienta seco a unos dos centímetros por debajo de la superficie. Verás que no necesitarán mucha agua. Se recomienda cortar los tallos florales.
6. Una vez que el tallo se seque completamente, es momento de remover su cosecha. Desentierra la cabeza de ajos y déjala sobre la tierra entre 2 y 3 días para que se seque al sol.
7. Una vez que la cabeza haya reposado en el sol, remueve la raíz y enjuaga con agua. ¡Y listo! Ya tienes tus nuevos ajos listos para cocinar. Guárdalos en un lugar fresco y seco en tu cocina.
Beneficios del ajo
- Refuerza tu sistema inmune
- Mejora tu salud cardiovascular
- Reduce el riesgo de enfermedades como cáncer
- Te ayuda a dormir y relajar los músculos
- Tiene propiedades antisépticas y antibacterianas