El pan de muerto es uno de los platillos de temporada más ricos y populares en México. Claro, no hay nada que le gane al chile en nogada, pero este panecillo es, sin lugar a dudas, uno de los más económicos y versátiles que hay en nuestra cultura.
Ya nada más por eso, entiendo perfectamente que haya gente que piense que comer pan de muerto durante todo el año es una gran opción, pero no por nada es algo que solo se realiza a finales de año. Sigue leyendo y entérate de los detalles.
¿Por qué no se come pan de muerto todo el año?
Al igual que el chile en nogada o el mole de caderas, el pan de muerto tiene su propia temporada, y eso lo hace aún más especial. Durante las semanas previas al Día de Muertos, las panaderías se llenan de estos panes redondeados adornados con huesos cruzados de masa y espolvoreados con azúcar.
Se puede decir que la espera es parte del ritual y del disfrute, pero de acuerdo a los mismos panaderos, es muy importante respetar la temporalidad de este pan tradicional.
Janeth Brito, chef de la cafetería Buenos Díaz en la Ciudad de México, explicó a Aderezo que, aunque los ingredientes básicos del pan de muerto están disponibles todo el año, hay un componente esencial que solo se encuentra en la temporada: el azahar.
Esta esencia proviene de la mandarina, una fruta que solo está en su punto entre noviembre y diciembre. "El azahar es lo que le da el toque distintivo al pan de muerto, y este ingrediente clave no se puede obtener en cualquier momento", comenta Brito.
Otro elemento fundamental en el sabor del pan de muerto es la ralladura de naranja o mandarina. Estefanía López, panadera de Buenos Díaz, destaca que la ralladura de estas frutas es crucial para darle el toque fresco y aromático que caracteriza al pan.
"El mejor momento para hacer pan de muerto es en otoño, cuando las naranjas y mandarinas están en su máximo esplendor", señala López. Es en esta estación cuando las frutas alcanzan su punto perfecto de maduración, aportando su sabor vibrante al pan.
Los panaderos de Bread Panaderos también coinciden en que, aunque es técnicamente posible preparar pan de muerto todo el año, el resultado es mucho mejor en octubre. "La calidad de las naranjas mejora en esta temporada, lo que da un sabor más auténtico al pan", aseguran. Además, mencionan que el pan de muerto es un alimento festivo, y parte de su encanto radica en asociarlo con un momento específico del año.
Para entender mejor por qué es importante respetar la temporada del pan de muerto, es útil conocer el ciclo de la naranja. Según información del Fideicomiso de Riesgo Compartido (FIRCO), la cosecha de naranja se realiza en dos períodos: de septiembre a octubre se recolecta la naranja temprana, y de noviembre a abril, la tardía.
En este contexto, el otoño es el momento ideal para aprovechar las mejores piezas de naranja, justo a tiempo para la preparación del pan de muerto.
De hecho, aunque las naranjas tardías aún están disponibles en mayo, su precio tiende a ser más elevado y su calidad puede no ser tan óptima como en los meses anteriores. Esto refuerza la idea de que, aunque podrías preparar pan de muerto en otras épocas del año, no tendría el mismo sabor ni la misma magia que cuando se hace en su temporada adecuada.
¿Lo sabías?