Cuando viajas al extranjero una de los primeros aspectos que extrañas es la gastronomía, tal como les sucedió a Josef Hader y Johannes Wiesinger de origen austriaco.
La panadería de su lugar de origen fueron los sabores que les hacían falta cuando llegaron a nuestro país, por ello decidieron abrir BRET & ZEL para compartir su cultura y su amor por el pan de Austria.
“Parece que en México la cosas se dan así, la gente exige un poco más de comida extranjera y les interesa las culturas ajenas, esa mezcla de realmente beneficiar a la gente nos pareció muy buena meta”, compartió Josef quien es biotecnólogo.
Su experiencia y conocimientos dentro de esta área multidisciplinaria ayudaron para que optaran por el uso de masa madre para la preparación de los productos que venden, como puede ser roles de nuez, croissant hasta golatschen, krapfen o los bretzels típicos de su región.
Y es que los beneficios que trae este componente han logrado la satisfacción de los clientes pues, además de esto, no tienen aditivos ni conservadores.
Por otra parte Johannes se adentró en un análisis de mercado y al estudio de la cultura mexicana para así ofrecer pan de muerto durante la temporada, conchas de varios sabores y bebidas elaboradas a base de café.
Para su menú, también compuesto por desayunos y tostas, pensaron en el empleo de ingredientes locales y naturales, una selección que garantiza la excelente calidad de sus productos.
Este proyecto se concretó el pasado mes de agosto después de que ambos buscaran la independencia y luego de varias ideas que pensaron por estos últimos años.
El intercambio cultural ha sido positivo para ellos, pues también se han llevado aprendizajes de la gente mexicana que los han recibido con los brazos abiertos.