¡No lo tires! El hueso del mamey se come y te decimos cómo prepararlo

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Conocido como Pixtle, es la clave de recetas prehispánicas como la de esta bebida.

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Fotografía de Ceyda Ciftci / Unsplash

El mes de marzo llegó y con él la temporada del mamey. Esta deliciosa fruta, prima dulce del aguacate, no solo tiene una pulpa con exquisito sabor, sino que oculta un secreto: ¡su hueso es comestible! Te decimos cómo preparar su semilla –conocida como Pixtle- para obtener una fresca bebida que te encantará.

Cocina prehispánica

El pixtle –del náhuatl pitztli que significa hueso o semilla- también es llamado zapoyol o zapuyul y ha tenido infinidad de usos generación tras generación en la región mexicana. En Oaxaca, Guerrero, Veracruz, Tabasco y hasta en Quintana Roo y Yucatán, nuestros antepasados lo han usado para preparar bebidas tradicionales como agua fresca, atole, tejate, pozol; para hacer salsas, postres, licor, platillos salados y hasta aceites como remedio de belleza.

Ingrediente secreto

En la actualidad, foodies y reconocidos chefs utilizan el hueso o semilla del mamey para crear suculentas y exóticas creaciones como el Helado de Pixtle de la talentosa chef mexicana Elena Reygadas, uno de los platillos estrella en el menú de su restaurante Rosetta, en Ciudad de México.

¿Cómo preparar el hueso de mamey?

Una de nuestras formas favoritas de disfrutar el sabor del Pixtle -que arroja notas como a almendra y frutos secos- es en agua fresca y aquí te compartimos una receta y cómo prepararla en casa de manera rápida y fácil. 

Ingredientes

  • 2 litros de agua
  • 1 hueso de mamey
  • ¼ de taza de miel de agave u otro endulzante

Procedimiento

1. Lo primero que deberás hacer es poner a secar el hueso del mamey al sol hasta que al agitarlo escuches el movimiento de la almendra que lleva dentro. Después envuélvelo en un trapo y rompe con algo pesado para poder retirar la cáscara y liberar la almendra.

2. Coloca un poco del agua en un bowl y comienza a rayar sobre este la almendra, de manera que caiga dentro del agua.

3. Déjalo reposar por al menos 10 minutos y cuela en una jarra donde agregarás el resto del agua.

4. Endulza con la miel de agave o el equivalente del endulzante que uses con regularidad y revuelve muy bien. Y listo, ¡disfruta!


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