Un tiempo de reflexión, penitencia y conversión espiritual es el que se vive en el periodo de Cuaresma marcado desde el Miércoles de Ceniza hasta la víspera del Domingo de Resurrección.
La alimentación es un tema importante pues se sugiere eliminar por completo de la dieta cualquier tipo de carne roja.
Esta práctica representa la prueba por la que pasó Jesús al permanecer durante 40 días en el desierto de Judea, además de los 40 días que duró el diluvio universal.
Como consejo será importante considerar las fuentes de proteína obtenidas de otros alimentos vegetales como pueden ser la soya, los frijoles, las lentejas, la quinoa o los champiñones.
Una taza de cualquiera de estos ingredientes te aportará una buena cantidad de estas macromoléculas, además de fibra y otros nutrientes.
Para conseguir la vitamina A también está muy presente en la carne roja, por ello será importante conseguirla con los alimentos de origen vegetal ricos en grasas, pero también frutas y verduras de color naranja y amarillo y los vegetales de hoja verde como el brócoli, las espinacas y las acelgas.
El kiwi, la piña, los cítricos, el pimiento, el melón o los frutos rojos son opciones de fuentes de vitamina C que te beneficiará para reforzar el sistema inmunitario, además de que actuarán como antioxidante.
De las comidas más solicitadas en esta época del año son las sopas, elaboradas con múltiples ingredientes en especial el pescado que pasa a ser uno de los elementos principales.
Si no eres muy fanático de los mariscos, podrás optar por productos indígenas también protagonistas de la tradición culinaria mexicana tal como las lentejas, las habas y los garbanzos.
Los postres se han convertido en uno de los platillos más esperados durante la Semana Santa: las torrijas, las rosquillas fritas, los buñuelos o la leche frita y por su puesto la capirotada.
Este último consiste en pan tostado o añejado cortado en rodajas que se ponen a cocer junto con trozos de plátano, pasas, nueces, guayaba y cacahuates. Esta mezcla está cubierta por un jarabe de piloncillo y queso de mesa rallado.
Ahora ya sabes, ve a los mercados, compra productos locales de temporada y anímate a cocinar estas ricas recetas tradicionales.