La combinación apropiada de aromas, sabores, texturas y colores de la comida y el vino es a lo que se le llama maridaje, un arte que produce un placer mayor que el que generan estos elementos por separado.
Son varios los aspectos a considerar cuando se quiere seguir este proceso, como las características fundamentales de la bebida obtenida de la uva y los sabores básicos del plato.
Como parte de la experiencia contenida en el acto de comer, hay culturas que presumen de varios productos relacionados con la buena mesa entre ellos los quesos, carnes, postres y distintas variedades de vinos.
Estos últimos en la gastronomía son muy requeridos para la preparación de algunos platillos, pero será importante conocer ciertas reglas para cocinar diferentes recetas de acuerdo con el blog Turismo de Vino.
Regla 1
Si no beberías una copa del vino que escogiste para cocinar, lo mejor será que descartes la idea pues es posible que el plato no mejore o incluso existe la posibilidad de que pueda empeorar.
Regla 2
Si, será un ingrediente más dentro de tu preparación pero recuerda que tiene alcohol y hará falta cocinarlo a fuego lento durante un periodo de tiempo prolongado para que se logre evaporar en su mayor parte.
Por ello también es importante siempre respetar las cantidades que te aparecen en las recetas, además de que entre más tiempo esté el vino en contacto con la comida, obtendremos mayor integración de todos los sabores y aromas.
Regla 3
Sé cauteloso durante el proceso de elaboración del plato, debes controlar las variables y no excederte en la cantidad.
Una recomendación es empezar probando cómo “marida” un tipo de vino en la cazuela con platos poco complicados.
Regla 4
Dependiendo de tu receta podrás elegir el vino, por ejemplo los tintos aportan densidad y color a las salsas de las comidas y en carnes rojas. En el caso de la carne de cerdo es mejor el contraste agridulce o dulce- salado.
Regla 5
Por otro lado tenemos los vinos blancos que otorgan ese toque de acidez que necesitan determinadas salsas de guisos de pescados o las cremas que acompañen estos y los mariscos.
Si el plato que estás preparando es bastante especiado puedes optar por un blanco aromático, además de probar sin temor a equivocarte para las carnes blancas como el pavo o el pollo que también se adaptan bien con el rosado, espumoso y tintos muy jóvenes y afrutados.
Regla 6
El tiempo necesario para evaporar el alcohol es algo que debes tomar en cuenta pues es probable que pienses que tras varios minutos en la cazuela se disipa totalmente, pero no es del todo así.
Si la comida es horneada o cocinada a fuego lento durante 15 minutos, el 40% del alcohol permanece en el plato, y tras una hora quedaría el 25%, mientras que después de más de dos horas aún tendríamos un 5% que había originalmente.
La Embajadora de la Gastronomía Mexicana y Promotora del Vino Nacional, Valentina Ortiz Monasterio, presentó para Forbes México una serie de recomendaciones para casar las creaciones tradicionales mexicanas con vino.
Tacos de barbacoa con un vino tinto con cuerpo
Es un platillo que por su carne de borrego, más el cilantro, la cebolla, la salsa y el maravilloso sabor de la tortilla caliente, combina a la perfección. La elección debe ser un vino tinto Cabernet Sauvigon o Merlot; esto debido a que el sabor de la carne es ligero, lo que permite resaltar sus componentes sin que pierda el sabor del vino.
Mole Poblano con pollo y vino espumo
A este platillo lo caracteriza una mezcla de sabores con más de veinte ingredientes, dependiendo la receta. El mole tiene la versatilidad de poder maridarse con vino espumoso seco, gracias a la efervescencia, este vino ayudará a resaltar la variedad de ingredientes que contiene este platillo y las tortillas y el arroz terminan de redondear esta experiencia.
Enchiladas verdes con vino blanco
Gracias a la mezcla de la acidez del tomate verde y la frescura de los complementos como la crema y el queso, se logra que el vino blanco se convierta en un imperdible. Opta por vinos afrutados con notas cítricas.
Cochinita pibil y vino tinto
Es un platillo icónico del estado de Yucatán, cuya característica al paladar es la acidez que le da la naranja y el axiote, condimento esencial de toda cochinita que aporta color y sabor al platillo. Su mejor compañero será un vino tinto, con sabores intensos.
Ceviche de pescado con vino rosado
Provenientes de casi todas las costas del país, pese a que el platillo posee un nivel de acidez elevado, se marida bien con un vino rosado, ya que nivela lo ácido del limón, logrando así resaltar el sabor del pescado.